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El Partido Movimiento Democrático Brasileño, o PMDB, dijo el martes que tras una reunión seis de sus miembros que hacen parte del gabinete de gobierno así como 600 empleados federales deben renunciar a sus cargos. El anuncio se hizo luego de que más de 100 congresistas aprobaran la decisión, de acuerdo con el vocero Romero Juca, un influyente senador.
“En este día histórico para el PMDB, el partido se retira del gobierno de base de la presidenta Dilma Rousseff y nadie en el país tiene la autorización para tener un cargo en el gobierno federal a nombre del PMDB”, dijo Juca ante vítores y aplausos de seguidores luego de que la decisión fuera aprobada.
La sesión partidista terminó entre cánticos y llamados a que termine el mandato de Rousseff, miembro del Partido de los Trabajadores, o PT, y para que el vicepresidente del país, Michel Temer, líder del partido Movimiento Democrático, asuma las riendas del poder si se inicia un juicio político en contra la mandataria por presuntamente violar normas fiscales.
La ruptura del PMDB con el gobierno de Rousseff aumenta las probabilidades de que la gobernante, cuya popularidad se ha desplomado en medio de una profunda recesión económica y varios escándalos de corrupción, sea sometida al juicio político.
“La salida del PMDB, el principal aliado de la presidenta Dilma, representa el final de una coalición de gobierno y aumenta el chance de que sea enjuiciada pues ahora su partido es minoría en el Congreso”, dijo Carlos Pereira, profesor de la Fundación Getulio Vargas, una de las más importantes universidades brasileras.
“La salida del PMDB definitivamente va a alentar a otros partidos pequeños a seguir su ejemplo y dejar la coalición de gobierno, lo que pondrá al gobierno de Dilma es una situación de aislamiento político”, agregó.
Los partidarios de Rousseff dicen que el juicio político es un intento de la oposición por tomar el poder de parte de quiénes sí están implicados en la investigación por el cobro de comisiones ilegales y sobornos en la petrolera.
“La ley y la Constitución establecen que para destituir a un presidente debe haberse tipificado un delito fiscal y acá no hay delito configurado. Es por eso que el juicio político es un golpe de estado, pero no sólo un golpe de estado en contra de la presidenta, sino de la legalidad democrática”, dijo Afonso Florence, líder del PT.
“El juicio político se volvió irreversible. La presidenta no tiene salida”, dijo Fleischer.
Cancela viaje a EEUU
La presidente brasileña, Dilma Rousseff, canceló el viaje que debía realizar esta semana a Washington para participar en la Cumbre sobre Seguridad Nuclear, a causa de la crisis en el seno de su coalición de gobierno, informó el martes la estatal Agencia Brasil.
Sin embargo, después de que este martes el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) decidió romper con el Gobierno, la mandataria optó por no abandonar el país.
El PMDB es la principal fuerza política del país y es liderada por el vicepresidente Michel Temer, quien habría asumido el cargo en forma interina si Rousseff viajaba a Washington.