
La agresión al autobús de Boca Juniors de parte de hinchas de River Plate, sumado al proceder policial que en su intento por despejar la zona afectó con gases a los jugadores, podrían ocasionar que se retrase la disputa de la gran final de Copa Libertadores, que estaba previsto para las 17.00
Justo cuando los ojos del mundo estaban posados en Argentina, el fútbol volvió a ser protagonista de la violencia que tanto daño le hace y empaña la pasión del fútbol.
De momento no hay confirmación oficial, lo que ha anunciado la Conmebol es la postergación del partido para una hora más tarde de lo previsto. Mientras, las cámaras muestran a los aficionados de River Plate abandonando poco a poco el interior del Monumental.
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A través de los medios argentinos informaron que los médicos de la Conmebol ingresaron al vestuario de Boca Juniors a petición del club para revisar el estado de los jugadores. Tévez y Almendra estaría padeciendo vómitos, mientras que Pablo Pérez tendría un corte en el brazo y astillas de cristal en el ojo.
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Mientras tanto, los presidentes de ambos clubes se reunieron con el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez para determinar cómo proceder.
Las opciones que maneja la prensa desde El Monumental pasan por retrasar el inicio del partido e incluso hasta la posibilidad, sugerida por Boca Juniors, de que el partido se dispute en la semana y a puertas cerradas.
Sin embargo, todavía no se ha dado a conocer ninguna decisión oficial de parte de la ConmebolL.