El secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, urgió hoy a los países miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) a suspender a Venezuela para “respaldar sus palabras con acciones” y enviar un “mensaje” sobre democracia al Gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro
“La suspensión no es un objetivo en sí mismo, pero hay que respaldar las palabras con acciones”, dijo Pompeo, que intervino en la Asamblea General de la OEA, el foro político más importante del organismo, que comenzó hoy.
Pompeo consideró que la suspensión de Venezuela, que debería votarse en una sesión especial de la Asamblea General, enviaría un “mensaje” a Maduro y le dejaría claro que solo pueden formar parte de la “familia de naciones”, que es la OEA, aquellos países que cumplen con los requisitos diplomáticos.
“Además de la suspensión, pido medidas adicionales contra el régimen de Maduro hasta que haya la presión necesaria para que la gente pueda tener acceso a ayuda humanitaria”, subrayó Pompeo, que reiteró las continuas peticiones de Estados Unidos para que Maduro permita la entrada de ayuda humanitaria.
“Pedimos a la OEA que haga esto hoy con respecto a Venezuela y que, en el futuro, lo haga con cualquier otra nación o región”, subrayó Pompeo.
Estados Unidos ha presionado para conseguir la suspensión de Venezuela, la mayor forma de sanción que tiene el organismo y que solo ha aplicado a dos naciones: Honduras, en 2009, después del golpe de Estado que depuso a Manuel Zelaya como presidente; y Cuba tras el triunfo de la Revolución de Fidel Castro, en 1959.
Según dijeron a Efe dos fuentes diplomáticas, la suspensión está ganando apoyo entre los Estados miembros del organismo y ese tema ha sido incluido en la resolución que presentará en esta Asamblea General el Grupo de Lima, que agrupa a 14 países de América y cuenta con el apoyo de Estados Unidos.
Para que la resolución se apruebe son necesarios al menos 18 votos, una cifra que ya ha conseguido el Grupo de Lima y sus aliados, según las dos fuentes diplomáticas.
Esos 18 votos, sin embargo, no son suficientes para suspender a Venezuela del organismo y solo permiten iniciar el proceso en una Asamblea General extraordinaria.
Para suspender a Venezuela en esa Asamblea General extraordinaria, son necesarios 24 votos, es decir, dos tercios de los 34 países que son miembros activos de la OEA (Cuba pertenece al organismo pero no participa en él desde 1962).
Venezuela ya pidió dejar la OEA en abril de 2017, aunque su salida no se hará efectiva hasta 2019. A pesar de que ha pedido salir de la OEA, su expulsión tendría un gran contenido simbólico.