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El Zulia ha sido convocado a una nueva elección de gobernador, una vez que, de manera ilegal fue declarada la vacante del cargo del gobernador electo en las elecciones del 15 de octubre, Juan Pablo Guanipa, por no rendirse ante la inefable Asamblea Nacional Constituyente que le exigía juramentarse ante esa instancia, para poder hacerlo luego ante el Consejo Legislativo Regional.
El propósito de esa indebida e ilegal exigencia de la Asamblea Constituyente, era precisamente, tocar la fibra digna de los candidatos a gobernadores de la oposición que fueran electos, lo cual el régimen estimaba que serían la mayoría porque conocían de la impopularidad del presidente Maduro, y en caso que no lo hicieran quedarse con esas gobernaciones a través de los Consejos Legislativos regionales que hoy día domina el oficialismo.
En mi condición de miembro de la dirección política regional de Acción Democrática, me acojo a la norma dictada por la organización de no participar con candidatos propios en las elecciones del próximo 10 de diciembre, convocadas de manera atropellada y brincándose todos los lapsos que establece la Ley Orgánica de Procesos Electorales (LOPRE) por las damas que manejan el CNE con la aviesa intención de favorecer al partido que sustenta al régimen comunista de Nicolás Maduro.
Pero no puedo sustraerme de la necesidad de opinar sobre la obligación del pueblo zuliano de participar en este proceso electoral para evitar que las riendas del estado y de la ciudad, que por años se ha convertido en la joya de la corona para el régimen, caiga en manos del oficialismo nuevamente, luego de la decisión histórica del pueblo de ponerle fin al gobierno de Francisco Arias Cárdenas y sus intenciones de reelegirse en el cargo.
Por las mismas razones que consideré conveniente que Juan Pablo Guanipa debió juramentarse ante esa Constituyente, estimo pertinente el lanzamiento de la candidatura de Manuel Rosales.
No podemos permitir que un hombre que fracasó en la Alcaldía de San Francisco, ocupe ese importante cargo porque nos quedemos en nuestras casas, como lo hicimos el pasado 15 de octubre, gracias a lo cual el oficialismo ganó 18 gobernaciones, en su casi totalidad por márgenes estrechos que de haberse dado la asistencia de esos más de nueve millones de abstencionistas, la historia hubiese sido otra.
En pocas palabras, este cronista convoca al pueblo zuliano a asistir masivamente a ejercer su derecho al voto y ejecutarlo por la opción de Manuel Rosales, para que el Zulia caiga en buenas manos que ya conocemos y que realizaron un trabajo que es digno de reconocimiento de toda la sociedad zuliana.