Inicialmente las máquinas tragamonedas tenían un funcionamiento muy sencillo donde al girar la palanca los carretes giraban para mostrar una combinación de figuras.
Cada carrete giraba de forma independiente, pero con un mecanismo tan simple que comenzó a considerarse la posibilidad de predecir cuándo el juego ofrecería una combinación ganadora.
Con la llegada de las tragamonedas online su funcionamiento cambió. No solo se produjeron cambios en las características que tienen las máquinas tragamonedas, con funciones adicionales, minijuegos, bonos, giros gratis y más.
También se cambió la forma en la que se hacen girar los rodillos de las tragaperras para que estos no puedan ser predecibles y, sobre todo, no puedan ser manipulados con facilidad.
Los cambios en la tecnología de los juegos de azar han sido importantes con el paso de los años y la llegada de las nuevas tecnologías al sector de los juegos de casino. Han modificado aspectos fundamentales del juego, algunos que no son visibles para los jugadores, pero que los afectan directamente.
Máquinas calientes y la posibilidad de manipular el juego
Con los mecanismos más sencillos se podía considerar que una máquina estaba “caliente” cuando se jugaban múltiples partidas en ella y comenzaba a otorgar premios. Este término se acuñó para poder identificar cuándo los juegos están próximos a pagar un gran premio, como el bote o alguno de los premios fijos de mayor valor que tiene las tragamonedas.
Debido a la simpleza de estos mecanismos también era posible encontrarse con máquinas que eran injustas con los jugadores. Algunos centros que ofrecían estos juegos no dejaban todo en manos del azar, y a pesar de que en muchos casos los retornos eran limitados (con RTPs por debajo de la media) modificaban los juegos para variar la posibilidad de que puedan ofrecer premios a los jugadores. De esta manera se manipulaban los juegos para que den premios en un menor porcentaje.
Este fraude ha estado presente en mayor o menor medida en los casinos y establecimientos con máquinas tragaperras durante décadas, hasta que se desarrollaron medidas distintas con el objetivo de frenar este gran problema.
La solución: generadores de números aleatorios
Gracias a los avances tecnológicos se pudo dar con una solución que no solo sirve para las tragamonedas online sino que también se adaptó para los títulos en su formato más tradicional.
La solución fue crear un sistema que permita general combinaciones completamente aleatorias. Es lo que se conoce como RNG (Random Number Generator) o generador de números aleatorios.
Como su nombre indica, estos generadores de números aleatorios se encargan de hacer combinaciones completamente aleatorias. Estas combinaciones hacen referencia a cuántos movimientos hará cada uno de los carretes de la tragaperras. Este software permite a los proveedores establecer un RTP de los juegos sin grandes complicaciones mientras que el generador de números aleatorio se encarga de que las combinaciones sean completamente aleatorias.
Este tipo de programas se encuentra auditado estrictamente. De esta manera se asegura que los juegos jamás puedan ser modificados para ofrecer unos resultados más favorables al operador, estafando a los jugadores que deciden disfrutar de las máquinas tragamonedas que ofrecen los proveedores a los usuarios.
Así, las máquinas tragaperras no solo están obligadas a mostrar a los usuarios cuál es el retorno (RTP) que ofrecen a sus jugadores, y que se puede encontrar tanto en los juegos online como en las máquinas físicas (en una chapa en un lateral de la máquina tragaperras) sino que son revisadas periódicamente para asegurarse de que dicho porcentaje de retorno se cumple de manera estricta.
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