Quieren
– 22 de enero de 2016, anunciamos en rueda de prensa que solicitaríamos la interpelación del señor gobernador del Zulia, Francisco Arias Cárdenas, su interpelación ante la Comisión Permanente de Contraloría de la Asamblea Nacional, para que explicara qué hizo con los 129 mil millardos de bolívares aprobados durante su gestión para obras en el estado.
– 28 de enero de 2016, solicitamos formalmente la interpelación del señor Arias Cárdenas en la Comisión Permanente de Contraloría del Parlamento nacional.
– 17 de febrero de 2016, tuvimos un derecho de palabra en la Comisión Permanente de Contraloría de la AN para presentar pruebas que sustentan nuestra solicitud de interpelación a Arias Cárdenas. Por unanimidad la comisión aprueba abrir el proceso de interpelación.
– Entre los meses marzo y abril, inspeccionamos e hicimos registro fotográfico y audiovisual de las obras: Aula Magna de LUZ, museo de los niños, complejo deportivo de Sierra Maestra, en Lagunillas; distribuidor del Kilómetro 4.
– 4 de mayo de 2016, consignamos ante la Comisión de Contraloría de la AN las pruebas de las inspecciones a las obras antes mencionadas. Por unanimidad, los diputados aprueban interpelar al gobernador del estado Zulia, Francisco Javier Arias Cárdenas.
Estas son las razones por las que me quieren preso. Quieren callarme a como dé lugar para no seguir denunciando que el señor Arias Cárdenas estafó al Zulia.
Pero, es que además, no quieren que sigamos denunciando que en estos últimos 17 años el Gobierno nos sumergió en la peor crisis por la que ha atravesado el país; y que desde el 2014 hasta hoy día sobre Venezuela ha caído una plaga que ha acabado con la producción, con el sistema eléctrico, con la inversión nacional y extranjera, y pare de contar.
Ni me voy a callar, ni me van a callar. Nosotros nos comprometimos con el Zulia, juramos defenderlo, y eso estamos haciendo. Queremos que nos digan en qué invirtieron cada “centavo”, como dice el señor Arias Cárdenas; de los recursos aprobados por vía ordinaria y en créditos adicionales.
Las cuentas que no rindió en el Zulia el inquilino, léase bien, el inquilino del Palacio de Los Cóndores, va a tener que darlas en la Asamblea Nacional; antes de irse en diciembre de este año, tiene que aclarar muchas cosas.
Monte, cabillas oxidadas y vallas decoloradas, ambulatorios, hospitales y oficinas gubernamentales pintadas de rojo, es lo único que ha dejado el señor gobernador del Zulia en estos cuatro años; eso es lo que literalmente se aprecia de su gestión; y eso, donde lo pongan, se llama estafa.
Desde la semana pasada andan montando tremenda olla para cocinarme, como dicen por allí. Me han señalado de ser “bachaquero”, “guarimbero”, “financista de guarimbas”, “paramilitar”, “capo”; y un sinfín de vilipendios más; de nada tienen pruebas, y no las tendrán porque nada de eso es cierto; yo no tengo agenda oculta; mi lucha siempre ha sido pública; y mi lucha es por la mejor Venezuela y por el mejor Zulia.
Continuaré luchando para reactivar la producción y de esa manera se acabe la escasez de alimentos; para que la inversión nacional y extranjera regresen, para que se acaben esos inhumanos cortes de luz de cuatro y más horas, para que nuestros niños, abuelitos y jóvenes no mueran de mengua por una medicina, para que no se nos vaya la vida en una eterna cola para comprar comida, un caucho, una batería o simplemente para echar gasolina.
Seguiré luchando por la libertad de mi hermano Leopoldo López, de Daniel Ceballos, Antonio Ledezma, Manuel Rosales, los estudiantes y cuanto preso político tenga este régimen; porque necesitamos de todos ellos para construir la mejor Venezuela. Aquí sigo, y aquí seguiré.