“Por qué mi papi está en el cielo”

Uno de los hijos del pescador Wilfredo José Rincón Nava (38) le cuestiona a su abuela la ausencia de su padre. Los piratas del Lago lo mataron junto a su hermano en un asalto. El último ataque del hampa en el estuario lo reportaron ayer. Tres lancheros del municipio Miranda desaparecieron cuando pescaban en Insular Padilla. Sus familiares piden ayuda

Ana sufre en carne propia la muerte de sus hijos Wilfredo José (38) y Ángelo José (26) Rincón Nava. El 5 de julio de este año no se borrará de su memoria. Recuerda cada segundo la angustia que vivió cuando desaparecieron. Sus cadáveres flotaron descompuestos horas después en el sector La Ensenada, municipio La Cañada de Urdaneta. Los piratas del Lago se los mataron y el crimen quedó impune.

El dolor está intacto. Reconoció que se dificulta superar el enlutó en su hogar. Especialmente cuando sus nietos le piden llevarlos con sus padres. “El niño es quien más pregunta: 'Por qué mi papi está en el cielo, por qué no regresa'. Eso me parte el alma”.

Ángelo dejó huérfana a dos niñas, una de dos años y la otra de cinco; mientras que Wilfredo a un varón de tan solo dos añitos.  Los hogares de ambos dieron un giro total. Ana asegura que ahora sus esposas se convirtieron en proveedoras de los ingresos para la manutención de sus hijos.

“He llegado a pensar la idea de vender el muelle. Porque ya no es lo mismo. Ya no llegan por las tardes. Tampoco se sientan a conversar conmigo. Han pasado dos meses y no hay rastros de quiénes son los responsables de sus muertes”.

Ella es una de la portavoz de los pescadores en Cabimas. Durante la última década ha defendido sus derechos. Denuncia la inseguridad latente en aguas y a los piratas del Lago y los constantes derrames de petróleo. Ambos fracturan el aparato productivo.

Pese a las promesas y a las reuniones con los cuerpos de seguridad, la historia de Ana se multiplica en cuestión de horas. Los pescadores se han convertido en el blanco perfecto de la inseguridad.  El Lago ha sido testigo de las desapariciones forzosas y de trágicos asesinatos. En Los Puertos de Altagracia la mafia se apoderó del sector y los familiares afectados prefieren llorar a su muerto en silencio. En cuestión de semanas la cifra aumentó a 11. Todos saben que zarpan, pero no si regresarán.

 

Nuevos desaparecidos

Desde ayer tres pescadores, residentes de Punta de Palmas y Sabaneta del municipio Miranda, desaparecieron. La embarcación la ubicaron frente a las costas de Insular Padilla, pero de la tripulación no hay noticias. 

Sus familiares y compañeros temen que el trío se convierta en una estadística más al igual que Juan Carlos Chacín Olivares (36), a quien asesinaron, el pasado martes, de un balazo los piratas del lago para robarle las redes, mandingas y los motores de las dos lanchas. Sus cinco compañeros corrieron con mayor suerte. Están vivos. 

 

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