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Hay cosas seguras en el mundo: el sol sale por el este, el agua es vital para la supervivencia de los seres vivos e Italia siempre va al mundial de fútbol. Bueno, casi seguras, porque los italianos rompieron esta teoría el lunes, después de 60 años, al quedar eliminados en repechaje contra Suecia.
Este suceso, que ha tomado por sorpresa al mundo futbolístico, vale la pena analizarlo. Muchas podrían ser las razones. A continuación repasamos algunas de ellas:
El momento de la Serie A
Aunque la liga italiana ha tenido un representante digno en los últimos años en la Champions League como la Juventus, su nivel ha venido desde hace mucho tiempo en decadencia.
Hoy en día ya no se puede considerar la mejor liga del mundo, como fue en algún momento, y quizás no esté ni cerca de la liga española o la Premier League, algo que sin duda influye mucho a la hora de las convocatorias de la selección, donde la mayoría de los jugadores juegan en el torneo local.
Bajas sensibles
Cuando se está en una situación como la que estaba Italia ante Suecia este lunes, lo mejor que te puede pasar es contar con tus mejores jugadores. No obstante, este no fue el caso.
Verratti se perdió el partido de vuelta por suspensión y el delantero del Valencia, Simone Zaza, quien está teniendo una gran temporada, estuvo ausente por lesión.
Nunca se sabrá si estando este par Italia se metía. Pero cómo hubiesen ayudado.
Las decisiones de Ventura
Es normal que cuando ocurren crisis en grandes equipos de fútbol el primer señalado sea el entrenador. Lo cierto es que en este caso esta afirmación no es tan injusta, ya que Giampiero Ventura dejó mucho que desear con algunas de las decisiones que tomó no solo contra los suecos, sino en toda la eliminatoria.
Ver a Lorenzo Insigne, referente del fútbol italiano, mirar el partido más importante de la azzurra en los últimos años desde la banca, resultó simplemente indignante para muchos fanáticos.
Además Ventura, entre otras cosas, dejó a Belloti como suplente ante Suecia y lo colocó a pocos minutos para que acabara el compromiso, cuando ya había poco que hacer.
No saber a qué jugar
No solo en repechaje, sino durante toda la clasificación fue difícil entender a qué jugaba Italia. Nunca demostró un plan ni un sistema de juego coherente, lo que le pasó factura.
Enfrentar a España
Italia no tuvo la suerte, por decirlo así, que tuvo Bélgica o Inglaterra quienes no tuvieron que enfrentar a gigantes en sus grupos.
Los de Ventura se tuvieron que medir ante España, donde prácticamente el enfrentamiento directo definía el ganador del grupo y clasificador directo a Rusia. Un empate y una derrota mandaron a los italianos a la repesca, donde enfrentaron a los suecos, que venían de dejar fuera a Holanda.
Escasez de figuras
Cuando Italia se coronó campeón del mundo en el año 2006, bastaba ver la plantilla de futbolistas que fueron a jugar para entender la clave del éxito.
Más allá de que la Francia de Zinedine Zidane también mereció el trofeo, en aquella lista figuraban jugadores como Alexander Del Piero, Francesco Totti, Gennaro Gattuso, Andrea Pirlo, Fabio Cannavaro y, por supuesto, Gianluigi Buffon. Sin duda alguna una generación dorada.
Mientras tanto, en la presente camada de jugadores que han quedado fuera de Rusia 2018 apenas figuran veteranos como Leonardo Bonucci o Giorgio Chiellini, y sus figuras fueron jóvenes como Andrea Belloti y Marco Verratti que no lograron estar a la altura del compromiso.