
Los
Los padres de Rafael Eduardo Reverol Villalobos (57) compraron una casa en la avenida 7 con calle 45 del sector Monte Bello, al norte de Maracaibo. En el testamento acordaron una herencia equitativa entre los hermanos. La Policía presume que por esa propiedad contrataron a tres maleantes para asesinar al militante del PSUV el pasado sábado cuando visitaba a una hermana.
A Rafael lo detuvieron el pasado 28 de abril en su casa, luego que su excuñada lo denunciara por agresión. En sus declaraciones, la mujer lo acusaba de golpearla. El caso pasó a Fiscalía, pero nunca hubo pruebas contra Reverol, recuperó su libertad y condujo hasta la casa 43-07, en la urbanización El Rosal Sur, donde vivía su cuñado y su sobrino. Allí lo atacaron los asesinos.
Los oficiales investigan a la expareja del hermano de Rafael como autora intelectual del homicidio. "La mujer lo botaba de su casa, le cerraba las puertas. Quería quedarse con la casa. Testigos aseguran que los tres atacantes de la víctima se reunieron con ella en la residencia".
Desde el 2015, la mujer vive en la casa con su hijo. Su exesposo, un médico reconocido en Maracaibo y hermano morocho de Reverol, mantenía discusiones con ella por la vivienda, ya que la mitad correspondía a Rafael Eduardo. La mujer se negaba a salir, "usa a abogados amigos de ella" para evadir la orden de desalojo que está en contra de ella. Aunado a eso, el médico contaba a sus colegas que "si le pasaba algo era culpa de su esposa. Decía que lo iba a matar", comentó un policía.
Los vecinos contaron que desde que el médico y la mujer se separaron, la familia pasaba sus días en peleas. "De la casa solo salían gritos", contó una vecina en anonimato por temor. Siempre habían peleas, en las que la mujer se quedaba en la casa y los hermanos huían. Un sobrino de los Reverol trataba de resolver los conflictos asesorándolos, contó un policía.
Néstor Reverol, comandante General de la Guardia nacional, se ha desentendido del caso por ser figura pública. Es primo de la víctima.
Lo conocían
La Policía busca a los tres implicados y esperan además una orden de aprehensión en contra de la mujer, posible autora intelectual del homicidio. Los testigos del asesinato describieron a los homicidas y mediante retratos hablados son buscados por la zona. Estiman que el trío haya conocido a Rafael en su casa en disputa, durante alguna visita a su cuñada.