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Los homicidas de Jean Carlos Nava (41) no escaparon de la ley y unos minutos después de asesinar al taxista, una comisión de la Policía Nacional Bolivariana los capturó. Un tercer delincuente está fugado.
Wilfredo Antonio Abreu Camacho (20) y Keywan Jesús Osorio Caroll (23), se internaron en una casa en el barrio Integración Comunal y tras una denuncia del robo del Toyota Corrola, gris donde viajaban, la Policía los persiguió y los encontró. El delincuente Jhersson Enrique Cano Paris (24) escapó.
Los delincuentes interceptaron el pasado martes a Nava en un hotel en la Circunvalación 2 para robarle el dinero en efectivo que tenía. En un centro comercial del sector La Matancera, la víctima se resistió al robo y estacionó el vehículo. Intentó forcejear con Abreu, quien le tenía la pistola pegada a la nuca y recibió un balazo.
Ambos están detenidos en la sede de la Policía científica en Altos de Sol Amada. Osorio asegura que no tuvo nada que ver con el asesinato, explica que Wilfredo lo buscó en su casa y allí les llegó la comisión.
Unas horas más tarde, los portales web de noticias reseñaron el suceso y Juan Carlos Nava, uno de sus hermanos, se enteró al leer la información.
En las afueras de la morgue forense, Nava comentó que su pariente residía en Punta Iguana, municipio Miranda y desde hace ocho meses todos los días viajaba a Maracaibo para llevar a sus cinco hijos a las prácticas de fútbol, mientras él taxiaba en la línea Zutaxi. También se embarcaba en los buque de PDVSA, para obtener otra fuente de ingreso económico.
“Hace unas semanas lo intentaron asaltar, asumo que esta vez se negó y por eso lo mataron”. Además informó que, “la cartera y el celular no se las robaron y ahora no aparecen”.
El cuerpo de Nava lo entregaron ayer en la tarde. Su familia le hará el funeral en Punta Iguana donde residía con su esposa y sus cinco hijos.
Jean Carlos Nava. 41. Trabajaba desde hace ocho meses como taxista. Viajaba todos los días a Maracaibo con su familia. Era el menor de cinco hermanos.