Por venganza matan de un tiro a bebé de un año

La madre no encontraba consuelo mientras esperaba el cadu00e1ver de su niu00f1o en la morgue forense. (Foto: Alejandro Paredes)

Santiago Fonsel Ferrer murió antes de recibir atención médica. Su progenitor, Lanser Enrique Fonsel, agoniza en el Universitario. La familia declaró que los asesinos les quitaron los celulares y el dinero. Antes de huir dispararon. Los oficiales investigan el caso como una venganza

Frente a la morgue forense solo se escuchaba el llanto de la madre de Santiago Fonsel Ferrer, de un año. Unos desconocidos le mataron a su niño y dejaron moribundo a su marido, Lanser Enrique Fonsel Palomino. La familia jura que los querían robar, mientras la Policía investiga el asesinato como una venganza.

El llanto le impedía hablar. Entre sus brazos resguardaba como un tesoro la ropa del pequeño de su casa. “¿Por qué ese hombre le disparó a mi hijo?, ¿por qué Dios permitió esto?”, se cuestionaba la mujer, mientras tres allegados buscaban calmarla y así continuar con los trámites para la entrega del cadáver.

En la Policía, los Fonsel explicaron que los sorprendió ayer, a la 1.30 de la madrugada, un desconocido. La pareja y el niño regresaban a su residencia, en el barrio Aníbal Ospino, parroquia Antonio Borjas Romero. Los apuntó con un arma y les solicitó los celulares y el dinero.  

Entregaron todo. Fonsel le pidió piedad al azote. Le suplicó que no les disparara, que no le hiciera daño a ninguno de sus familiares, este hizo todo lo contrario y le disparó dos veces en el rostro y una vez al pequeño, relató un informante.

Las detonaciones y los gritos de la madre despertaron a los vecinos. Primero auxiliaron al niño, lo trasladaron a la emergencia del Materno Infantil Raúl Leoni, en El Marite. Ingresó muerto. A su padre lo llevaron al Centro de Diagnóstico Integral Plateja III y por su delicado estado lo trasladaron hasta el Hospital Universitario de Maracaibo, donde se encuentra recluido en la Unidad de Cuidados Intensivos.

La familia prefirió no declarar a los medios de comunicación. “No queremos que salga nada”. Todos se abocaron a consolar a la madre del niño, quien en crisis nerviosa solo apretaba una muda de ropa de su hijo contra su pecho.

Buscan a un azote

La Policía científica recibió la novedad y de inmediato asistió a la barriada. Los testigos comentaron que el ladrón reside por la zona. “Nunca cruzó palabras con su víctimas. Llegó y disparó”.

Aun cuando en la primera versión alegan que se trataba de un asalto, los funcionarios no descartan que se trate de una venganza. Consideran que las víctimas saben quién es el homicida e investigan su relación con él.

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