Cómo quedan los bocones de oficio revolucionarios que defenestraban del tipo de cambio no oficial y su página web archiconocida; en pocas palabras aceptada oficialmente la mega-devaluación, consumado y confirmado el estado de miseria en el que vivimos los venezolanos ante el mundo
Quién lo iba creer, luego de haber manejado más de un billón de dólares en exportaciones petroleras en los últimos 20 años, producto de la corrupción, ineficiencia, ineficacia e incapacidad gerencial de quienes han manejado el poder del Estado venezolano, ha terminado llevando a un país con enormes potencialidades petroleras, mineras, auríferas, agrícola y ganadera, a tener que depender de las posibles captaciones de remesas en divisas que los más de seis millones de venezolanos en el exterior envían a sus familiares que viven con salarios y pensiones de miseria de al menos un dólar al mes.
Ironías de la vida, tener ahora que depender de quienes forzaste a emigrar por las nefastas y perversas políticas públicas y económicas instrumentadas a lo largo de casi 20 años. Les urge entonces ponerle la mano a las remesas, la cuales según fuentes extraoficiales superaron en 2017 los dos mil millones de dólares y se espera que en 2018 despunte los cuatro mil millones. Razón que explica por qué el país todavía sostiene mínimos niveles de actividad productiva y comercial; porque el Estado y su estatal petrolera hace rato que están secos en divisas y arruinados
Ello se evidencia con la autorización a algunas casas de cambio a cancelar remesas en divisas a un tipo de cambio de 1.300.000 bs/dólar primeramente; y luego ante la poca oferta y el precio en el mercado no oficial tener que subir la tasa a 2.200.000 bs/dólar; entonces cómo quedan los bocones de oficio revolucionarios que defenestraban del tipo de cambio no oficial y su página web archiconocida, en pocas palabras aceptada oficialmente la mega-devaluación, consumado y confirmado el estado de miseria en el que vivimos los venezolanos ante el mundo, una nación con enormes riquezas y potencialidades pero arruinada por la revolución.
Estado de miseria que vivimos hoy, con un salario mínimo y pensiones de un dólar al mes, cuando hace 20 años con un tipo de cambio de 0,564 BsF. por dólar y un salario mínimo de 100 BsF, el salario mínimo en Venezuela eran 177 dólares. Ahora bien, los venezolanos hoy para poder tener ese mismo nivel de vida que hace 20 años atrás, tomando en cuenta que el dólar se ha devaluado 52 por ciento en dicho período, deberíamos devengar una pensión o salario mínimo por el orden de los 269 dólares, para con un ingreso familiar de 538 dólares, si trabajaran dos miembros; cubrir la canasta alimentaria en 282 dólares y la básica familiar en 394 dólares, para un grupo familiar de cinco personas.