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Venezuela apuesta todo al éxito del acuerdo del recorte petrolero de Viena para sobrellevar el próximo año. Y es que la exportación del crudo representa 96 por ciento de los ingresos en divisas del país y durante el 2016, el precio de un barril se ubicó en 34,94 dólares en promedio. Una cifra que viene en picada desde 2014, cuando el rubro cotizó en 88,42 dólares y en 2015, cuando el importe era de 44,65 dólares.
Los expertos coinciden, cualquier aumento del precio del petróleo es beneficioso para Venezuela, pero la caída en la producción -que este año fue de cerca de 300 mil barriles diarios- sumado al recorte de 95 mil barriles por día que el Ministerio se comprometió a ejecutar, transforman la ganancia extra en cifras insignificantes.
Luis Oliveros, economista, espera un precio inicial de 45 dólares. La proyección del economista José Toro Hardy, exdirector de Petróleos de Venezuela, es idéntica; entre 45 y 48 dólares por barril. Oliveros considera clave estudiar el grado en el que los países pertenecientes a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) y los No Opep cumplan la disminución de su producción. “Si no lo hacen, el precio podría ser más bajo y eso traería muchos problemas”.
“Yo creo que el impacto va a terminar siendo negativo”, afirma Toro Hardy, explicando que el país exporta un poco más de un millón de barriles, que se beneficiarían de un incremento en su precio de cerca de cinco dólares, si se toma en cuenta el promedio de $ 41,84 del último trimestre de este año. “Eso daría cinco millones diarios de dólares adicionales. Pero por otro lado, Venezuela para tener ese beneficio tiene que sacrificar 95 mil barriles diarios de producción. Ahí sí pierde el ingreso completo de lo que cuesta el barril porque al dejar de producirlo, pierde todo”.
Otro factor determinante es la importación de entre 130 mil y 140 mil barriles diarios de crudo WTI, nafta y gasolina que transa el Estado. “Ahí el aumento sí es completísimo, porque va a subir por encima de 60 dólares el barril. Al final del día, sumando y restando los distintos componentes de la fórmula es posible que al final del día Venezuela salga perdiendo”, argumenta el exdirector de PDVSA.
Menos bienes
“Venezuela necesita, según mis cálculos, cerca de 63-64 dólares por barril para cerrar la brecha externa”, destaca Oliveros. Se acaban las opciones para cubrir el déficit de divisas que enfrentaría de no llegar a niveles de precios que no se pronostican, explica el economista, y es que el Estado no cuenta con activos disponibles para su venta, las cuentas por cobrar a Petrocaribe se liquidaron y las reservas internacionales tocan niveles mínimos. Esto al mismo tiempo en el que se mantienen compromisos de deuda por casi 10 mil millones de dólares para el próximo año.
La alternativa que se asoma casi tenebrosamente es el recorte de importaciones. La disminución de las transacciones podría ser de entre 10 y 15 por ciento adicional al 40-50 por ciento que se vivió este año, pronostica el experto. “El nivel de importaciones de Venezuela este año pudiera ser de 60-70 por ciento más bajo en comparación a dos o tres años, es un número muy peligroso para la situación social actual. Eso se traduce en mucho menos bienes tanto nacionales como importados, porque va a haber menos materia prima y por lo tanto hace que se produzca”.
Posible default
“Venezuela nunca ha dependido de los precios del petróleo como va a depender en el año 2017”, asegura Oliveros. Es la primera vez que el experto considera que existe una posibilidad de default, y es que el grado es mucho más importante que la que se registraron los últimos años. Aun así, las probabilidades de que PDVSA pague todavía supera las de su evasión. La clave está en que los precios de la cesta petrolera se mantengan altos y que la estatal petrolera esté en capacidad de mantener sus niveles de producción.
La PDVSA de 2017
La deuda y los niveles de producción de PDVSA son los aspectos que más preocupan a los analistas. “Hoy no es garantía de mejora de la producción ni de que buena parte de los ingresos que está generando, le genere bienestar al país”, afirma Luis Oliveros. Toro Hardy destaca que la peor de las deudas de la estatal petrolera es con el Banco Central de Venezuela. “Los auxilios financieros son de 3,6 billones de bolívares, eso es más o menos 31 veces el monto total de las reservas internacionales”.