Premios nobel rechazan acoso del Gobierno a los disidentes

Oscar Arias afirma que “el diálogo hace milagros” e invita al Gobierno a respetar la institucionalidad de los Poderes. El presidente de la Asamblea Nacional afirma que la crisis económica y política es producto del “proyecto de un megalómano sin instrucción”

Tres defensores de derechos humanos y precursores de la paz hablaron ayer en la Asamblea Nacional venezolana. Los Premios Nobel y expresidentes de Polonia y Costa Rica, Lech Walesa y Óscar Arias, respectivamente, así como  Naomi Tutu, hija de Desmond Tutu, vinieron al país en el marco del segundo aniversario del encarcelamiento del líder opositor Leopoldo López.

Oscar Arias llama a defender la posibilidad de la reconciliación que exige como primer signo “la liberación de todos los presos políticos”. “De la libertad de los presos políticos depende que Venezuela pueda ser reconocida como una sociedad que respeta los DDHH y la democracia”, enfatizó.

“Vengo como la hija de África y como la hija de los DDHH”, resaltó Naomi Tutu al tomar la palabra durante la sesión especial realizada en el Parlamento. “Una sociedad justa no puede tener gente en prisión solo por pensar distinto. No se pueden oprimir. Solo cuando empecemos a respetar las voces opuestas, es que tendremos una democracia viva”, recalcó.

“El diálogo hace milagros” dijo el exjefe de estado costarricense a los líderes políticos venezolanos. Resaltó en su discurso la peligrosidad que representa una crisis institucional por la falta de independencia de algunos poderes. “Servirle al pueblo es someterse a su escrutinio. Ser transparente es de demócratas: de la izquierda y de la derecha”, expresó.

Lech Walesa recalcó que por medio del diálogo se puede llegar a la paz, tal y como se hizo en Polonia. “Quisiera contribuir con el país a través de mi experiencia. Dios les ayude, ustedes se lo merecen”, pronunció desde la tribuna de oradores del hemiciclo.

“Tienen miedo”

La sesión especial de la AN culminó con la intervención del diputado Henry Ramos Allup. El presidente del Legislativo trató de contextualizar la realidad venezolana para que los invitados internacionales comprendan el por qué de la situación económica y política que atraviesa el país.

“Este fue un proyecto preparado por una mente desviada cuyas consecuencias estamos sufriendo los venezolanos. Este fue el proyecto de un megalómano sin instrucción. Esto fue el producto de la ingenuidad y calidez de nuestro pueblo. Atravesamos una horrenda y dolorosa pesadilla en Venezuela”, reconoció. “Tienen miedo de perder el poder porque tendrán que explicar lo que se han robado”.

Ramos Allup respondió a la sugerencia de diálogo hecha por Arias. “No puede haber diálogo, si eso se fundamenta en que aceptemos sus errores”. Reitera que la oposición busca los mecanismos para, a corto plazo, generar un cambio. “Hay que buscar los acuerdos para tratar de salir de esto en el menor tiempo posible y de una manera constitucional de este Gobierno”.

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