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Corea del Norte amenazó ayer con más acciones bélicas y dio un ultimato a Corea del Sur tras el intercambio de artillería entre ambos países, mientras Seúl elevó la alerta al máximo y prometió responder con dureza en caso de nuevos ataques.
El líder norcoreano, Kim Jong-un, convocó una reunión de emergencia de la comisión militar central del Partido de los Trabajadores, en la que ordenó a sus tropas de primera línea fronteriza que se preparen para el combate.
Las órdenes de Kim, que declaró un “cuasi estado de guerra” con Corea del Sur, reflejan la elevada tensión que se ha generado entre las dos Coreas tras desatarse el jueves el incidente más grave desde el bombardeo norcoreano de la isla fronteriza de Yeonpyeong en 2010.
Ambas Coreas intercambiaron disparos de artillería, a los que han seguido fuertes amenazas que han despertado los temores a una escalada del conflicto.
Corea del Norte reiteró ayer su amenaza de llevar a cabo nuevas acciones militares si el Sur no retira los altavoces que emiten propaganda anti-norcoreana en la frontera antes de las 5.00 de la tarde de hoy.
“Los altavoces van a seguir funcionando, no vamos a ceder a las amenazas de Corea del Norte”, sentenció un portavoz del Ministerio de Defensa de Seúl, en conversación telefónica con EFE.
Algunos expertos en Corea del Sur creen que, en todo caso, lo más probable es que no haya nuevos ataques norcoreanos en los próximos días.
Aunque Seúl no cumpla con su exigencia, para Pyongyang “no es un buen momento para atacar, ya que Corea del Sur y EEUU realizan en este momento maniobras conjuntas y pueden dar una buena respuesta a cualquier provocación”, indicó a Efe el investigador Lee Dae-woo, del Instituto Sejong.
El detonante
Corea del Sur reanudó la semana pasada las emisiones de propaganda fronteriza por primera vez en más de 11 años, como represalia tras la explosión de minas -supuestamente norcoreanas- que el pasado día 4 hirieron gravemente a dos soldados en la frontera.
El Ejército de Corea del Sur ya adelantó ayer que responderá “con fuerza” a cualquier tipo de ataque norcoreano y advirtió a Corea del Norte de que “asumirá toda la responsabilidad” derivada de una nueva agresión al Sur, según declaró la fuente de Defensa de Seúl.
Corea del Norte y Corea del Sur permanecen técnicamente enfrentadas desde la guerra de 1950-53, que finalizó con un armisticio nunca reemplazado por un tratado de paz definitivo.