Hasán
Hasán Rohaní, presidente de Irán, dijo hoy que habló con el papa Francisco sobre el respeto religioso y que condenaron el extremismo y la violencia en nombre de Dios, durante el encuentro que mantuvieron en el Vaticano.
Rohaní explicó en rueda de prensa algunos de los detalles de la reunión privada que durante 40 minutos mantuvo ayer con el papa.
“Hablamos de cómo utilizar la influencia de las religiones para luchar contra la violencia terrorista y el extremismo”, señaló Rohaní.
Sobre las armas de destrucción masiva declaró que “debemos destruirlas, porque luego hay gente que no está bien de la cabeza y puede usarlas para crear destrucción”.
El clérigo chií agregó que “hemos hablado de que la libertad de expresión no significa que cada uno pueda hacer lo que quiera, hay que respetar otras religiones. No se puede ofender a los credos religiosos de los demás porque eso genera divisiones”.
Rohaní explicó que el papa Francisco le recordó las declaraciones que hizo al regresar de Sri Lanka y Filipinas cuando opinó que la libertad de expresión es un derecho, pero tiene un límite.
“Me dijo que una vez en una entrevista sostuvo que si alguien ofende a tu madre es normal reaccionar. Hemos mostrado acuerdo en cómo la violencia es condenable, pero también la ofensa”, apuntó.
El mayor problema
El mandatario iraní reconoció que “el mayor problema al que se enfrenta la región (de Oriente Medio) en estos momentos es el grupo terrorista Estado Islámico” y aseguró a la comunidad internacional que “Irán está preparado para colaborar con todos los países para combatir el terrorismo”.
La visita del líder iraní se produjo casi 17 años después de la que realizó Mohamed Jatamí a Juan Pablo II en marzo de 1999.
La audiencia del papa con Rohaní estaba prevista para el pasado noviembre, en un viaje que también le llevaría a Francia, como en esta ocasión, pero tras los atentados de París tuvo que ser aplazada.
Rohaní llegó a Italia el pasado lunes para iniciar una gira europea que le llevará hoy a Francia y cuyo objetivo es estrechar lazos con estos países para animar la inversión en Irán por parte de la comunidad internacional después de la firma del acuerdo nuclear y el fin de las sanciones.