Vamos a presentar, bajo nombres y lugares ficticios, dos situaciones que pudieron evitarse, de haber implementado y mantenido hábitos de prevención
Al analizar casos de delitos y sus circunstancias, se detectan cuáles fueron las vulnerabilidades que aprovecharon los criminales para alcanzar sus objetivos. Vamos a presentar, bajo nombres y lugares ficticios, dos situaciones que pudieron evitarse, de haber implementado y mantenido hábitos de prevención.
Andrés recibió la llamada telefónica de unos interesados en la compra de su automóvil, el cual había anunciado en uno de los portales que prestan servicios comerciales en la Internet. Ante la solicitud de recibir la visita en su residencia, se negó, proponiendo como sitio de reunión el estacionamiento de un centro comercial de la ciudad de Valencia a las 7.30 pm. Una vez en el lugar, llegaron tres individuos con arma en mano, le quitaron su teléfono celular el cual sustituyeron con otro, bajo amenaza de agredir a su familia si detectaban que lo usaba para hacer llamadas, pues solo era para recibirlas. Los delincuentes conocían el nombre del edificio donde residía, las características de un vehículo rústico de su propiedad, así como los nombres de dos de sus hijos y su esposa, a los que decían que otro grupo ya había secuestrado. Giraron instrucciones precisas que tomara la autopista en dirección a la ciudad de Maracay y estuviera atento a sus llamadas.
De inmediato, desde el teléfono que le habían arrebatado a Andrés, procedieron a comunicarse con su esposa para informarle que su pareja estaba secuestrada y exigían para su liberación una alta suma de dinero. Cuando estaba muy cerca de Maracay, Andrés recibió una llamada de los delincuentes ordenando que siguiera hacia Caracas. Mientras su esposa absorbía continuas presiones para pagar el rescate en pocas horas. Andrés en un atrevido acto fruto de su estrés, se detuvo en una estación de servicio, pidió prestado un teléfono celular y llamó a su esposa, lo que le permitió saber a ambos que eran víctimas de un secuestro virtual. Una vez realizadas las denuncias policiales correspondientes, el caso tuvo un final sin mayores consecuencias que las ya conocidas.
Los datos e información que habían permitido a los delincuentes asumir una posición de fuerza y amedrentar a sus víctimas, la habían obtenido de las redes sociales. Uno de los hijos de Andrés, colocaba en Facebook fotos en álbumes los cuales no tenían ningún tipo de restricciones. Allí aparecían identificados sus padres, hermanos, residencia, vehículos e incluso una de las fotos mostraba en el uniforme escolar, el nombre del centro educativo al que acudían. Los delincuentes no pueden ser subestimados en cuanto al uso de las tecnologías para identificar víctimas potenciales. Tienen el tiempo y el interés en explotar lo que es una probada fuente de ingresos, basada en la excesiva confianza o despreocupación de algunos usuarios de las redes sociales. Tomarse un tiempo para revisar en familia los parámetros de seguridad, confidencialidad y restricciones, bien vale la pena.
La familia Pérez al regreso de una semana de vacaciones, se encontró que su vivienda ubicada en una urbanización del este de Caracas, había sido objetivo de delincuentes, quienes habían hurtado casi todos los bienes de valor, incluido un vehículo. Las puertas, rejas y ventanas no habían sido violentadas y todo parecía indicar que los criminales sabían exactamente dónde buscar lo que era de su interés. Al iniciar las gestiones de denuncia ante los organismos policiales, desconocían datos importantes tales como marca, modelo y serial de la mayoría de los objetos siniestrados tales como computadoras, teléfonos inteligentes, televisores, aire acondicionado split e incluso una vieja arma de fuego, herencia familiar cuya existencia habían olvidado. Uno de los delincuentes de la banda, posteriormente fue detenido por los cuerpos policiales en flagrancia en el desarrollo de un evento similar.
Esto permitió conocer detalles del delito ocurrido a la familia Pérez. Cinco semanas antes habían contratado a un grupo de individuos para hacer unos trabajos de obras civiles, quienes habían sido a su vez recomendados por el vigilante de la urbanización. Con frecuencia y debido a las ocupaciones de la pareja, los dejaban solos en casa por lapsos de hasta mediodía, ya que “parecían buenas personas” y de quienes desconocían los nombres completos y direcciones. Dos números telefónicos que habían facilitado los delincuentes, se pudo verificar posteriormente que eran falsos. Mantenga una lista con los datos de sus equipos más valiosos, o mejor aún, mantenga un archivo físico o digital con copia de las facturas. Toda contratación de personas debe ir de la mano de la figura de personas de confianza. Los datos de contacto deben verificarse previamente y solicitar fotocopias ampliadas de los documentos de identidad. Existe la posibilidad de instalar cerraduras de seguridad, cuyas llaves incopiables se codifican para limitar los accesos a las áreas realmente necesarias. El uso de cámaras de video tipo espía permite monitorear a distancia las áreas en tiempo real.
Alguien comentó una vez que es muy difícil hacer que la gente aprenda por experiencia ajena. Hagamos todo lo posible para que no sea así.