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La primera dama de Perú, Nadine Heredia, anunció ayer que solo declarará ante la Fiscalía sobre las investigaciones que se siguen en su contra por un presunto delito de lavado de activos y no responderá a las indagaciones que hace una comisión del Congreso sobre ese tema.
Heredia se presentó ayer ante la comisión de Fiscalización del Parlamento, que investiga unas agendas que supuestamente contienen información de las aportaciones económicas que recibió el gobernante Partido Nacionalista, que ella preside.
La primera dama ingresó cuando integrantes del oficialismo y la oposición se habían enfrascado en una disputa verbal que incluso obligó a la suspensión temporal de la reunión, por lo que en un primer momento abandonó la sala y volvió luego de una media hora.
Heredia recordó a los legisladores que por los mismos hechos que fue citada al Congreso existe una investigación abierta por el Ministerio Público por lo que anunció que ha decidido dar su “versión sobre los referidos documentos únicamente ante la Fiscalía”.
“Manifiesto que no declararé ante este foro”, enfatizó antes de asegurar que hacía uso de ese derecho constitucional. “No voy a responder sobre ninguno de esos temas… he planteado una solicitud para proceder a retirarme”, remarcó en medio de un nuevo cruce de palabras entre legisladores, tras lo cual recibió la autorización para dejar la sala.
La comisión de Fiscalización también citó ayer a una amiga de Heredia, Rocío Calderón, y a la madre de la primera dama, Antonia Alarcón, quienes también comunicaron que no declararían.
A finales de septiembre pasado, un fiscal peruano incluyó a Heredia en la investigación sobre una presunta financiación irregular del Partido Nacionalista y solicitó una pericia grafotécnica a cuatro agendas que contienen supuesta contabilidad de la formación política.