Se va el 2018, el peor año hasta ahora en los 130 años de historia eléctrica en Venezuela y la profundización sistémica del deterioro del Sistema Eléctrico Venezolano, SEV, continúa avanzando porque la política de estado del saboteo, la continuada corrupción no han podido ser detenidas, poniendo en niveles peligrosos de operatividad al sistema interconectado, haciéndolo más inviable para la ansiada recuperación económica del país y una urgente prioridad para la gobernabilidad en caso de haber un cambio político en la nación
Las plantas térmicas acumulan más de 5,5 millones de horas de excedencia en mantenimientos vencidos, dejando en el camino paradas más de 150 turbinas y por primera vez en medio siglo de operaciones más de la mitad de la potencia del Guri se encuentra indisponible. A lo anterior se suman severas limitaciones en la Red Troncal de Transmisión, RTT, donde varias subestaciones han tenido incendios, sin contar el aun mayor deterioro de los sistemas de Distribución. El común denominador es la falta de mantenimiento oportuno y esa desidia generalizada es sabotaje de estado.
El oficialismo, se escuda detrás del más aberrante y engañoso velo de opacidad con la información del SEV, para evadir su absoluta responsabilidad por la debacle de la infraestructura eléctrica, pese haber contado con ingentes recursos y el tiempo más que suficiente para haber evitado cualquier crisis con el SEV. Ya son más de ocho años seguidos que el régimen oculta a la nación la dura realidad que enfrenta el SEV. La información se esconde adrede para no rendir cuentas del inexcusable fracaso y mantener el engaño y estafa.
Hasta el 1 de marzo, la crisis eléctrica se aminorará por la cíclica baja en la demanda, pero de no corregirse las mayores afectaciones, prepárense para lo que podría sobrevenirse en términos de racionamientos.
Al desearles felices fiestas, les recuerdo que sin electricidad abundante y confiable no hay porvenir para Venezuela y que depende de cada uno de nosotros el rescate de la nación para retornar el SEV al servicio de ella.
¡Pa´ lante que para atrás espanta!