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La insalubridad flota en los taladros de perforación petrolera. Trabajadores de Maritime Contractor de Venezuela, contratista de PDVSA, denunciaron ante la Inspectoría del Trabajo, en Ciudad Ojeda, la invasión de “ratas, cucarachas y gusanos que hay en las instalaciones, en cada uno de los taladros”.
José Villegas, secretario de Organización del Sindicato de Obrero y Empleados Petroleros de Cabimas, señala que la gerencia de Recursos Humanos actúa de “manera irresponsable por las condiciones de trabajos que no son dignas”. La falta de control e higiene ponen en peligro la salud de los trabajadores y la continuidad de las labores.
La empresa tiene bajo sus competencias 10 taladros y “no asume la responsabilidad de contratar un servicio de control de plagas. La cantidad de ratas ha colapsado los taladros, es una cuestión que nunca habíamos visto. Estamos desbordados”, reclama.
Explica que los roedores llegan en los contenedores de comida que surten a las plataformas flotantes, ubicadas en el Lago. “Nunca habíamos visto ratas, hasta que llegaron en cajas”. Se mueven a velocidad y paren rápido “colapsando” los trabajos.
Hay casos alarmantes como los localizados en las aguas frente a la Costa Oriental del Lago. “Estamos colmados de ratas, cucarachas y gusanos. Estamos responsabilizando a la gerencia por lo que pueda pasar, por la presencia de enfermedades en los trabajadores”.
Villegas asegura que la situación se tornó peligrosa cuando “en la nevera ya hemos conseguido ratas. Donde está la comida de los trabajadores”. En las operaciones de perforación hay 650 trabajadores en riesgo por la presencia de animales rastreros. En julio de 2015, exigieron a la Inspectoría una acción de supervisión. A INSAPSEL remitieron comunicados para solicitar inspecciones urgentes.
En noviembre acudieron a la Defensoría del Pueblo para solicitar la intervención ante el silencio de las instituciones dependientes del Ministerio del Trabajo. El 21 de enero de 2016 la Inspectoría recibió senda notificación del despacho, pero aún no hay correctivos. La semana pasada, 3 de febrero, los trabajadores alarmados vieron cómo un mando de cagadas de ratas cubrió el piso de las áreas comunes de la cocina, lo que reventó la paciencia. Ayer acudieron nuevamente a la Defensoría para buscar ayuda.
Y no solamente es la insalubridad. Hay “violaciones de la Ley del Trabajo”. Wílmer Zabala, delegado de prevención, destaca que “no” tienen implemento de seguridad para trabajar, hay incumplimiento en el cálculo de fideicomiso y persiste la tercerización del personal que hace labores propias de PDVSA.