Las
Más de 100 familiares de los difuntos del cementerio Sagrado Corazón de Jesús, arrastraron las urnas desvalijadas de sus deudos hasta la avenida principal de La Limpia y cerraron el paso vehicular para exigir respeto ante la profanación masiva del 90 por ciento de las tumbas. A María Ávila le robaron el cuerpo de su hija de tres años, sepultada hace dos meses. Mientras Lloraba desconsolada aclaró: “Esto no es guarimba, como lo quieren hacer ver algunos, esto es dolor porque no hay respeto por los nuestros”.
Aunque el cierre duró alrededor de una hora, los ánimos dentro del camposanto eran una mezcla entre impotencia y dolor. Maykelis González dijo que ya piensa enterrar los próximos muertos de su familia en el patio de su casa porque ahí si están seguros. “Donde está enterrada mi hija se llevaron casi todo. No hay seguridad entonces enterraremos los cadáveres en la casa si se nos muere un familiar, porque ahí nadie se los va a llevar”.
Hace rato
Las 44 secciones del cementerio fueron profanadas. Los huesos de los difuntos sobresalían de las tumbas, no respetaron si eran niños, adultos o mujeres, todos los osarios tienen un hueco preciso en el frente. La parte preferida de los ladrones parecen ser los cráneos y el cabello. Los familiares aseguran que los mismos son usados para practicar la brujería. “Se llevan algunos restos y otros los dejan todos tirados. Es injusto porque nosotros somos dolientes, aquí está nuestra familia no animales”.
Hasta el momento las autoridades no tienen idea si los responsables del hecho pertenece a un grupo religioso, secta o hampa común, sin embargo, los parientes aseguran que la situación se cocina desde hace un mes, cuando la profanación comenzó a ser más evidente. “Nos pusimos de acuerdo y protestar porque ya son muchas y nadie hace nada”.
Para otros dolientes no hay consuelo, porque no solo les robaron una parte del cuerpo de sus deudos, sino el cuerpo completo. Raúl Rodríguez fue tajante: “Que vamos a hacer si no encontramos los cuerpos. Hay muchos desaparecidos. Aquí arriba estaba mi papá y ya la cabeza no está. De este lado estaba mi tío, mis hermanos, mi abuela, mi mamá y dos tíos más y tampoco están”.
Los familiares adelantaron que el próximo domingo, Día de las Madres, protestaran de nuevo para exigir soluciones.
Responsabilidades
Rino Montiel, director de Servicios Públicos de la Alcaldía de Maracaibo, se apersonó a la protesta y dijo que todo es producto de la inseguridad en el campo santo. “Esta situación es producto de la inseguridad que desde hace meses se vive en el cementerio. Aquí no hay un comando policial que este las 24 horas al día, no hay motorizados que recorran las 44 hectáreas del cementerio. Nosotros solicitamos a los organismos de seguridad por escrito y en reuniones que atiendan este recinto. Lo máximo que ocurrió son acciones puntuales por dos o tres días, después desaparecen o lo hacen durante el día y en la noche esto queda como si aquí no pasara nada”.
Montiel aclaró que la seguridad del cementerio es responsabilidad de la Policía regional y municipal. Denunció que “luego de un fuerte operativo de inteligencia y lograron poner preso a uno de los jefes de la banda y al mes lo soltaron, en los tribunales”. Para el funcionario de servicios públicos, sacar urnas a la avenida para protestar es un “vivo ejemplo” de la falta de seguridad y ley.
Recordó que la Alcaldía de Maracaibo solicitó formalmente, ante los cuerpos de seguridad del estado y la Gobernación del Zulia, la instalación de un comando las 24 horas del día y no obtuvieron respuesta. “Tenemos carpetas de documentos, reuniones y no conseguimos nada. Y seguiremos haciéndolo, pero lo que a nosotros nos preocupa es que no hay efectividad en la solución. Aquí necesitamos 20 oficiales y tres motorizados”.
{youtube}https://youtu.be/wsOXcv_ywb8{/youtube}
Limpieza
Los familiares le exigieron a la Alcaldía de Maracaibo limpiar la necrópolis. “No puede ser que solo el Día de las Madres o del Padre limpien esto, el monte también ayuda a que los malandros se metan y roben a uno”, denunció Carmen Crespo.
Las tumbas fueron abiertas y los restos de los difuntos profanados.