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“Anunciaron las elecciones para el 6 de diciembre, eso va a tener un impacto inflacionario que podríamos estar rondando el 180 por ciento de inflación para 2015”, adelanta a considerar Jesús Casique, analista económico, a propósito de la decisión del CNE sobre la fecha de los comicios de la Asamblea Nacional. Y una proyección propia del comportamiento a futuro.
Si precisa que por la acelerada de los precios de bienes y servicios el cierre de año estará entre 160 y 168 por ciento, Venezuela será por tercer año consecutivo el país con mayor inflación del mundo. En 2013 cerró con 56,2 por ciento, 2014 trepó a 68,5.
Asegura que el comportamiento de la economía responde a la “indisciplina fiscal y monetaria”, a la política cambiaria “nefasta” que dirige el “Gobierno central”. La desobediencia pasa factura, afectando al poder adquisitivo de las familias.
La liquidez monetaria es uno de los campos minados en la crisis de precios. Se incrementó interanualmente de mayo de 2014 a 2015 en 69 por ciento. Lo que hace “imposible controlar la inflación con un incremento anualizado”. Destacándose además el financiamiento de 146 mil millones de dólares del Banco Central de Venezuela a PDVSA.
Casique resalta que la economía se enrumba a la hiperinflación por camino de aumentos interanuales de 50 por ciento, según la teoría económica. Descarta afirmar que ya está presente. Respeta el análisis de otros expertos que dan por hecho estar en la fase. Sí recalca que medir la inflación debe cambiar. Dejar de tomar la base de 100 por ciento porque “no tiene ninguna lógica”. Considera atender el indicador de 120 por ciento.
Las consecuencias se arrastran desde 1999. Y es que el poder de compra “ha disminuido”, de acuerdo con cifras de 2013. La inclinación de la capacidad adquisitiva “en términos reales” cayó 21 por ciento.
Advierte que de aumentar el precio del barril del petróleo a 120 dólares solo atenderá el déficit fiscal. Se minimizaría. Rechaza endosar la culpa de la caída de la economía a la baja del ingreso petrolero. Escenario que “deja al descubierto la negligencia, los desequilibrios en materia cambiaria, fiscal”.