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Ricardo Rosselló, gobernador de Puerto Rico, decretó ayer el toque de queda para garantizar el orden en este territorio estadounidense después de que el paso del huracán María dejara a la isla sin electricidad.
“Mantener el orden resulta fundamental para que autoridades puedan ejecutar apropiadamente”, dijo el gobernador en un mensaje en su cuenta en Twitter.
Rosselló indicó que ordenó el toque de queda desde las 18.00 hora local (22.00 GMT) y hasta las 06.00 (10.00 GMT) desde ayer y hasta el próximo sábado.
Desconocidos han saqueado varios establecimientos que sufrieron daños estructurales en Puerto Rico tras el paso del poderoso huracán María, que alcanzó la costa sureste de la isla con vientos de 155 millas (250 kilómetros) por hora.
Rosselló, que pidió al presidente de EEUU, Donald Trump, que declare la isla como “zona de desastre” tras el impacto de este huracán de categoría 4, hizo un llamado “a la calma, a la compresión y a la prudencia durante éstos difíciles días”.
El toque de queda, indicó, no se aplicará al personal médico, al estatal y federal que trabajen en tareas de recuperación y auxilio, a las fuerzas del orden y periodistas.
Además, el gobernador indicó que quedarán exentos de cumplir este toque de queda aquellos “ciudadanos que se encuentren atendiendo una situación de emergencia”.