Las consecuencias posteriores a un hecho delictivo no deben subestimarse, ya que dependiendo de la víctima los efectos pueden perdurar en el tiempo y afectar su vida diaria
Generalmente el primer comentario que se le realiza a una víctima del hampa es “menos mal que estás vivo”, lo cual de cierta forma no dejan de ser unas palabras de aliento.
Por otra parte, existe una serie de aspectos que deben atenderse para evitar que el hecho delictivo en sí no multiplique sus consecuencias negativas. De allí la conveniencia de tener presente estas acciones:
1. Acuda a un lugar seguro. No permanezca en el sitio del delito ni intente iniciar una búsqueda particular de los delincuentes. Debe recordar que el delincuente no deja al azar los medios para evitar ser atrapado, por lo que existen altas probabilidades que los delincuentes porten armas de fuego y lo superen en número.
2. Denuncie ante los organismos policiales. Aunque el valor de lo perdido pueda parecerle menor y el procedimiento de denuncia algo lento, es una gestión que no debe pasar por alto. Los bienes de su propiedad pudieran ser utilizados para realizar otros delitos, como por ejemplo involucrar su teléfono celular o vehículo para extorsiones, secuestros o robos. Notifique formalmente la pérdida de sus documentos de identificación los cuales pueden ser adulterados para suplantar su identidad.
3. Si pierde instrumentos de pago tales como tarjetas de crédito, débito o chequeras; informe a las entidades financieras a la mayor brevedad posible. Se asombraría al saber la velocidad con la que los delincuentes pueden hacer uso de los mismos, para acceder a sus cuentas.
4. Si en el hecho pierde sus llaves, cambie todos los cilindros de cerraduras y candados incluyendo residencia, negocio y vehículo. Pensar que el delincuente desconoce las direcciones dónde ubicarlo, es un error. Usted no sabe desde cuando lo han estado siguiendo o si vuelven a hacerlo.
5. Si dispone de una póliza contra robos, haga el reporte en los lapsos previstos. Evite quedar extemporáneo y perder la oportunidad de recuperar parte del valor de sus bienes. Es importante determinar con anticipación la fecha en la cual debe ser renovada, así como actualizar los valores de reposición.
6. Si alguien dice que encontró sus bienes o le exige dinero para la devolución, no corra el riesgo de volver a ser víctima. Es frecuente ubicar al propietario y a sabiendas que porta efectivo, moneda extranjera o joyas para el rescate, atacarlo y no efectuar la devolución. Solicite ayuda de los cuerpos policiales.
7. Si recibe llamadas de amenazas, tome nota del número telefónico, fecha y hora e informe a la policía. Se han presentado casos en los cuales las amenazas se concretan gracias a que la víctima no dio suficiente importancia a contactos previos.
8. Reciba atención médica a la mayor brevedad posible. Una lesión por muy “inocente” que parezca puede agravarse.
9. Ser víctima del delito incide en la salud psicológica. No subestime el efecto que puede tener en su persona e incluso en su núcleo familiar. Solicite ayuda profesional para minimizar el impacto de los riesgos psicosociales.
10. Analice que factores favorecieron que usted fuera víctima. El identificar la oportunidad que fue dada al antisocial, puede evitar que se repita ese desagradable suceso y permitirle ser parte activa de su protección.
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