Entre
Latinoamérica siempre ha andado de espaldas al desarrollo en comparación con los países del llamado Primer Mundo, debido fundamentalmente a razones educativas y culturales, con la excepción, en menor medida, de Chile y Uruguay, seguidas muy de cerca por México, Costa Rica, Brasil y Colombia.
Entre las razones educativas y culturales están el no valorar debidamente a la democracia como sistema político, los complejos de inferioridad, resentimientos, caudillismo, militarismo, odiar a los EEUU y lo que en Venezuela coloquialmente se denomina, tener “un rancho en la cabeza”.
En esta entrega cedemos el espacio para dar cabida al monumental discurso del expresidente de Costa Rica, Oscar Arias (Premio Nobel de la Paz), presentado en la Cumbre de las Américas, en Trinidad y Tobago, del 18 de abril del año 2009, con el cual se responde a la tan reiterada pregunta de ¿Por qué América Latina no termina de arrancar? Arias señala: “Tengo la impresión de que cada vez que los países caribeños y latinoamericanos se reúnen con el presidente de los Estados Unidos de América, es para pedirle cosas o para reclamarle cosas. Casi siempre es para culpar a EEUU de nuestros males pasados, presentes y futuros. No creo que eso sea del todo justo”.
“No podemos olvidar que América Latina tuvo universidades antes de que Estados Unidos creara Harvard y William & Mary, que son las primeras universidades de ese país.
No podemos olvidar que en este continente, como en el mundo entero, por lo menos hasta el año 1750, todos los americanos eran más o menos iguales: Todos eran pobres”.
“Cuando aparece la Revolución Industrial en Inglaterra, otros países se montan en ese vagón: Alemania, Francia, Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda… y así la Revolución Industrial pasó por América Latina como un cometa, y no nos dimos cuenta. Ciertamente perdimos la oportunidad”.
“También hay una diferencia muy grande. Leyendo la historia de América Latina, comparada con la historia de Estados Unidos, uno comprende que Latinoamérica no tuvo un John Winthrop español, ni portugués, que viniera con la Biblia en su mano, dispuesto a construir ‘una ciudad sobre una colina’, una ciudad que brillara, como fue la pretensión de los peregrinos que llegaron a EEUU”.
“Hace 50 años, México era más rico que Portugal. En 1950, un país como Brasil tenía un ingreso per cápita más elevado que el de Corea del Sur. Hace 60 años, Honduras tenía más riqueza per cápita que Singapur, y hoy Singapur -en cuestión de 35 o 40 años- es un país con 40 mil dólares de ingreso anual por habitante”. En 1950, cada ciudadano norteamericano era cuatro veces más rico que un ciudadano latinoamericano. Hoy en día, un ciudadano norteamericano es 10, 15 o 20 veces más rico que un latinoamericano. Eso no es culpa de EEUU; es culpa nuestra. ¿Qué hicimos mal?.- continuará.