Que reine la paz

La paz familiar es importante para sembrar el bienestar en el seno del hogar, con  los seres más cercanos, de forma que  logremos una sociedad más equilibrada

Sin duda alguna, la paz es un valor necesario para la sana convivencia entre las personas en la sociedad,  pues hace posible  el establecimiento de un orden que sea  justo para todos, donde cada uno cuente con las mismas oportunidades. Por esta razón, es un derecho fundamental para los individuos y las familias del mundo.

Sin embargo, practicar la paz no significa que existe ausencia de  problemas, debemos recordar que el humano en la sociedad ha demostrado ser conflictivo por naturaleza, de manera que se debe hacer un esfuerzo por superarlos a través de la negociación, del diálogo, de las manifestaciones pacíficas, entre otros medios. Cuando  las personas son intransigentes, que pretenden imponer sus puntos de vista sin considerar lo que  piensan los demás, cuando existen atropellos de todo tipo, así como hechos de violencia, entonces se puede decir que no se propicia la paz. 

Las personas conflictivas, tienen dificultad para llegar a acuerdos, demuestran que se sienten agredidos con su actitud predispuesta, son problemáticos en su trabajo o en su cotidianidad. Las personas pacíficas son tolerantes, justas, flexibles, ecuánimes, saben escuchar y entender las necesidades de otros.  Es necesario entonces, que revisemos cómo cada uno de nosotros puede hacer prevalecer este valor que permita generar la paz en el mundo.

Por otro lado, la paz familiar es importante para sembrar el bienestar en el seno del hogar, con  los seres más cercanos, de forma que  logremos una sociedad más equilibrada. Con este fin, sus integrantes deben hacer un esfuerzo para no discutir, superar el mal humor o los malos entendidos, procurar una convivencia armoniosa, en base a la iniciativa personal de cada uno.

Como podemos observar, la paz es un valor que también  depende de la capacidad propia por dominar aquellos sentimientos que afecten  la armonía interna, y así demostrar con nuestro ejemplo,  que tenemos el propósito de convivir en conciliación.

La paz, es un valor fundamental que permite coexistir en fraternidad. Sabemos que el mundo está dominado por las diferencias, pero sin duda todos preferimos vivir en unión y armonía. Por eso, debemos procurar que este equilibrio comience en cada uno, en nuestras familias y en el entorno más cercano, para así aportar un granito de arena a la unión que debe prevalecer en la sociedad.

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