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Uno de los jefes de bomberos que murió en acto de servicio en los atentados del 11 de septiembre de 2001 tuvo hoy finalmente su funeral, casi 15 años después de la tragedia, informó la prensa local.
Los familiares de Lawrence Stack, de 58 años, llevaban todos estos años esperando a encontrar sus restos sin éxito para poder celebrar un funeral católico.
Hace alrededor de un año descubrieron que Stack donó sangre un año y medio antes de los atentados, dos viales a los que han tenido acceso y que les han permitido finalmente este viernes despedirlo según sus deseos.
Al funeral en Long Island del bombero, que a su muerte ya era un veterano con 33 años de servicio, acudieron el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, y el comisario de Bomberos de la alcaldía, Daniel Nigro.
“Era simplemente el mejor hombre con el que uno querría trabajar. Nunca hubo un problema. Siempre tenía una solución para todo y era un honor estar de servicio con él”, señaló a la cadena NY1 el bombero retirado Daniel Prince.
Según la prensa local, todos los hijos del jefe de bomberos comparten la profesión de su padre. Uno de ellos se unió al New York City Fire Department (NYFD) el día siguiente de su muerte.