La crisis eléctrica vivida en 2010 podría acentuarse en 2016. Para que los racionamientos cesen por completo, el parque térmico debería funcionar por encima de los 175 GWh
Los especialistas pronostican un ciclo hidrológico desfavorable que se extenderá hasta 2016. Con el Guri en niveles mínimos históricos y un “desconfiable” parque térmico indisponible en 64 por ciento, la electricidad de las industrias y los hogares venezolanos se ve comprometida. De entre cinco mil a 10 mil gigavatios hora podrían ser los racionamientos.
Se trata de “un potencial racionamiento con una intensidad de 6,5 veces la experiencia precedente ya vivida”, explica José Aguilar, consultor internacional en energía eléctrica, sobre los futuros planes de distribución de carga, comparados a los efectuados entre octubre de 2009 y junio de 2010, cuando la demanda no servida fue de mil 285 gigavatios hora (GWh).
Especifica que “hay base para estimar un hipotético racionamiento de unos ocho mil 300 GWh, de seguir el ciclo hidrológico desfavorable o agravarse el mismo en la época normal de estiaje”. Esta cifra equivaldría a tener a oscuras a una ciudad como Caracas por ocho meses seguidos sin interrupción, asegura el experto en entrevista con este rotativo.
La duración del ciclo hidrológico desfavorable que afectaría al río Caroní y por consiguiente, al embalse del Guri, sería de entre 22 y 32 meses. Esto si se toma en cuenta los registrados anteriormente, como pasó en 2001 a 2003, cuando el ciclo hidrológico no fue propicio por 36 meses. El presente lleva 18 meses en curso.
Aguilar atribuye el problema eléctrico del país -que se ha visto disminuido este mes por la baja de la demanda- al “disfuncional desempeño del sobredimensionado y ruinosamente costoso parque térmico de generación”.
Para que los racionamientos cesen por completo y el Guri se preserve durante este período, el parque térmico debería ser capaz de funcionar por encima de los 175 gigavatios hora diarios. El mejor desempeño histórico de los megavatios térmicos fue de cerca de 140 gigavatios hora diarios, es decir, 33 por ciento de su capacidad instalada.
El ingeniero critica el “oscurantismo” del Gobierno, pues señala que son los únicos con los instrumentos necesarios para conocer el comportamiento de la cuenca del río Caroní. “Lo grave del caso es la opacidad y la falta de ética que se ha demostrado con este tema ante la nación. Por ejemplo, en el episodio 2009 a 2010, tan temprano como el 2008, el Gobierno sabía que la posibilidad de la ocurrencia de alcanzar la cota crítica era de dos por ciento y que la duración de la hidrología desfavorable sería de aproximadamente 12 meses, apoyándose en el rango predictivo de 32 meses a futuro de las probabilidades del comportamiento de la cuenca”.
diciembre 7, 2024
