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“Van de plan en plan”. Las críticas a las medidas de control de distribución de alimentos se reproducen tras el anuncio de la intervención de militares en las actividades. Rafael Ramírez, diputado y representante ante el Parlamento Suramericano (Parlasur), acusó que hace cuatro meses la Gobernación del Zulia pregono que los CLAP eran la fórmula para dar de comer a la población y resultó un “fracaso”. Lo asevera soltando que 80 por ciento de la población está en “problemas” para abastecerse de comida. “Tienen que comprar productos ‘bachaqueados’”.
Ramírez aseguró que se privilegia la importación de productos colombianos sin revisión del Seniat ni control nacional “sin ningún tipo de regulación”, además de una militarización de los puertos que desde hace 10 años es competencia exclusiva del Gobierno nacional. “Lo que resulta en ineficiencia de un nuevo plan de abastecimiento”.
Con los CLAP se apostó a “la solución mágica del problema. Un millón 200 familias, más de tres mil comunidades a beneficiar”, pero derivó en otro plan y ya suman “seis planes de alimentación” sin considerar que “la solución es producir” en Venezuela. “Hoy nos encontramos importando de otros países beneficiando a empresas de otros países”.
El diputado resaltó el descaro oficial de destacar la importación de alimentos cuando la realidad es que “cinco toneladas de algo que llegan al puerto es apenas un día” de comida en Zulia. Criticó que el Gobierno insista en no reconocer que “fracasó”, en retener las tierras y fincas que expropió afectando los niveles de producción nacional en un modelo económico ineficiente.