
El economista Manuel Sutherland calcula que unos 600 millones de dólares es el costo para poner en circulación una nueva familia de billetes
Quitarle tres ceros al bolívar tendrá un efecto efímero mientras en el país la inflación mensual se mantengan en un promedio de 75 por ciento, como ocurrió en los primeros tres meses del año.
En 38 días, el próximo 4 de junio, en el país comenzará a circular un nuevo cono monetario que pondrá a los venezolanos a hablar de miles y no de millones, aunque con los altos precios de los bienes y servicios ya más de un consumidor lo hace. Ese escenario será breve mientras exista hiperinflación, según el economista Manuel Sutherland, integrante del Centro de Investigación y Formación Obrera de Venezuela (CIFO).
“La reconversión monetaria es necesaria en el país, pero no se están tomando las medidas para aplacar la hiperinflación y si esto no ocurre, se tendrá que hacer una reconversión cada seis u ocho meses (…) siendo un gasto enorme de dinero que Venezuela no tiene”, dijo el experto en una entrevista con Unión Radio.
Sutherland calculó que poner en circulación una nueva familia de billetes puede costar en impresión y distribución aproximadamente unos 600 millones de dólares. “Gastos del nuevo cono monetario tiene una cifra totalmente desorbitada para las necesidades actuales que hay en Venezuela”.
Sugirió a Henri Falcón, que de resultar electo como presidente de la República en los comicios del 20 de mayo, puede trabajar en función de una dolarización progresiva, que permita que el bolívar siga como moneda nacional, mientras que el dólar se utilice como forma de pago para cantidades grandes.
“Si te vas a montar en una camioneta o vas a pagar el metro puedes pagar con bolívares, mientras que comprar un auto puede ser en dólares”.