El artífice de la reconversión monetaria en 2008 asegura que quitarle tres ceros a la moneda tendrá un efecto cosmético si el Gobierno no ataca las raíces del desequilibrio macroeconómico
Quitarle tres ceros a la moneda venezolana tendrá un efecto cosmético, porque una “reconversión con hiperinflación no conduce a nada”. La declaración esta vez es del economista Rodrigo Cabezas, el exministro de Finanzas del fallecido presidente Hugo Chávez y artífice del mismo proceso monetario en 2008.
“En el actual cuadro de 2018 de recesión profunda, hiperinflación, déficit desbordado del sector externo e interno, escasez abierta, presión de deuda hacia el impago y bloqueo financiero norteamericano ¿qué objetivo de economía real puede tener la nueva reconversión monetaria?”, se preguntó el profesor universitario, un aliado del chavismo, en un comunicado que envió ayer a los medios de comunicación.
Cabezas insistió en que la medida no tendrá un efecto a largo plazo porque no toca las raíces del desequilibrio macroeconómico que enfrenta la economía venezolana. “Una de ellas es la inédita y desconocida hiperinflación que hace estragos en la vida venezolana. Que los que gobiernan no quieran o no sepan identificar su causa-efecto hace dramática la coyuntura, ya que ésta y sólo ésta es la prioridad de la política económica y del país todo”.
Y agregó: “No hay poder adquisitivo de billete que contenga la hiperinflación”.
Caos sin efectivo
El presidente Nicolás Maduro anunció el 22 de marzo una nueva reconversión monetaria que comenzará a regir el 4 de junio. Y además informó que el cono monetario actual estará vigente hasta el 3 de junio.
Tres meses de preparación anunció el Gobierno para una reconversión, que –recordó Cabezas- mereció un estudio de viabilidad del Banco Central de Venezuela (BCV) en 2006 y un cronograma de un año en 2007 para su preparación e implementación. “¿Cómo hará el BCV para realizar todo el proceso hacia el 4 de junio?, ¿por qué a la mitad y no al inicio del año fiscal y contable, 1 enero 2019?, ¿qué sentido político o económico tiene correr tanto riesgo con el sistema de pago?, ¿lo ocurrido con el billete de 100 bolívares es lección no aprendida?”, preguntó el economista.
Alertó una crisis de efectivo mayor a la actual que acarreará desestabilización política, económica y social si el Gobierno no tiene listas para el de junio al menos 32 millones de piezas de los nuevos billetes.
“Sorprende que el BCV en su formato de reconversión 2018 decide desmonetizar radicalmente, para este 4 de junio, los aproximadamente 18 millones 700 mil piezas de billetes que actualmente circulan insuficientemente (3 % de la liquidez monetaria). Esto es de vértigo, quizás la mayor preocupación que deseo señalar. ¿Lo pensaron bien los directivos del BCV? No habrá problema, y sólo se explicaría, si ya tienen garantizado para el mes de mayo no menos de 32 millones de piezas de los billetes nuevos. Lo contrario significará una crisis de efectivo en poder del público muy grave que acarreara desestabilización política, económica y social”.
Cabezas reconoció que otros de los problemas de la economía venezolana es un sistema cambiario de “extrema sobrevaluación inexplicable desde la ciencia económica” que provocó el “mayor desequilibrio de precios” desde hace tres años. A ello le suma “la desbordada y sorprendente” emisión de dinero electrónico en el BCV.
El exministro concluyó en que la nación reclama un programa económico de estabilización con sus componentes fiscal, monetario, cambiario y de producción y, especialmente, el plan para acortar y salir de la “destrucción” monetaria y de salarios. “Esta es la sugerencia trascendental por perentoria e inaplazable”.