
El
El gobierno de Cuba indultó a 3.522 presos, la mayor cifra desde la revolución de 1959, como gesto de buena voluntad por la próxima visita del papa Francisco a la isla, informó el diario oficial Granma.
"El Consejo de Estado de la República de Cuba (máximo órgano del gobierno), en ocasión de la visita de Su Santidad, el Papa Francisco, y al igual que aconteció cuando nos visitaron los Sumos Pontífices Juan Pablo II y Benedicto XVI, acordó indultar a 3.522 sancionados", indicó Granma.
Explicó que la medida fue adoptada "teniendo en cuenta la naturaleza de los hechos por los que fueron penados, su comportamiento en prisión, el tiempo de cumplimiento de la sanción y razones de salud".
"Entre los indultados, destacan personas con más de 60 años de edad, jóvenes menores de 20 años sin antecedentes penales, enfermos crónicos, mujeres, varios que arribaban al término establecido para la libertad condicional en el año 2016 (...), así como extranjeros, siempre que el país de origen garantice su repatriación", señaló el diario.
"Esta decisión se hará efectiva en el término de 72 horas", añadió.
Llegada
El papa Francisco, artífice de la histórica distensión entre Cuba y los Estados Unidos tras medio siglo, llegará a la Habana el 19 de septiembre, en una gira por los dos países que él ayudó a reconciliar.
En enero de este año, como gesto de buena voluntad tras el deshielo con los Estados Unidos anunciado el 17 de diciembre, el gobierno comunista cubano indultó a 53 reclusos que Washington consideraba presos políticos.
Excluidos del indulto
Granma indicó que "salvo contadas excepciones por razones humanitarias, no se incluyeron sancionados por delitos de Asesinato, Homicidio, Violación, Pederastia con Violencia, Corrupción de Menores, Hurto y Sacrificio Ilegal de ganado mayor, Tráfico de Drogas, Robo con Violencia e Intimidación en las personas en sus modalidades agravadas, ni aquellos por delitos contra la Seguridad del Estado".
En Cuba, oficialmente no hay presos políticos, después de que el gobierno liberara a unos 130 reclusos en 2010 y 2011 tras mediación de la Iglesia Católica, incluidos los últimos 52 de un grupo de 75 disidentes condenados en 2003.