Ha llegado el momento de recuperar la zulianidad en todo sentido. El Zulia debe ser conducido nuevamente por un zuliano, que desde niño aprendió a servir a los demás. Requerimos un líder de la generación de relevo de la política regional
El Zulia, con un lustro de gobierno chavista, ha pasado a un segundo plano. Hoy no somos un estado pionero de un país federal-descentralizado, sino una simple circunscripción administrativa de un estado centralizado al que denominan “comunal”. Ya no somos ese estado que liderizaba a la provincia venezolana, defendiendo el derecho al situado constitucional, a los recursos provenientes del IVA o de las Asignaciones Económicas Especiales. Hoy somos una simple entidad resignada a depender de los caprichos del centralismo, cual Insula Barataria de este régimen quijotesco.
En el gobierno regional no se habla de la Hacienda Pública Estadal o del derecho a recibir en transferencia competencias y servicios. Al contrario, hemos entregado al Poder Central hasta la espada del General Urdaneta, símbolo de nuestra identidad. Mientras Venezuela se centraliza más, el Zulia se debilita. Los zulianos se mueren en los hospitales sin los medicamentos más esenciales, mientras las calles están atiborradas de afiches del candidato oficialista a la Gobernación, financiados con recursos públicos.
Cada vez producimos menos “oro negro”. Nuestros campos petroleros son verdaderas “casas muertas”. La agricultura y la ganadería viven su peor crisis. La industria y la agroindustria no son ni la sombra de lo que fueron. Los servicios públicos son una calamidad. Nos hemos quedado sin energía. Vivimos en medio de las tinieblas de un régimen a la deriva. Hasta nuestros héroes civiles y militares están desapareciendo de nuestros sitios públicos, sin que nadie responda por ello.
Somos un estado-región sin liderazgo, sin rumbo, sin porvenir. Ha llegado el momento de recuperar la zulianidad en todo sentido. El Zulia debe ser conducido nuevamente por un zuliano, que desde niño aprendió a servir a los demás. Requerimos un líder de la generación de relevo de la política regional, para devolver a la tierra de Urdaneta, Baralt, Lossada y Fernández Morán, la importancia que nunca ha debido perder. Necesitamos volver a ser desde la Provincia venezolana ese relámpago constante que señale al país el rumbo a seguir, en esta noche oscura que vive Venezuela.
Con Juan Pablo Guanipa en la Gobernación del Zulia, la zulianidad volverá a tener sentido y esa espada del más brillante oficial de nuestra Independencia, será recuperada, para que guíe las luchas del Zulia, en pos de nuevas “palmas y lauros de oro”, “en vez de los clarines y el parche militar” que mueve a quienes nos han invadido en mala hora. Pronto mostraremos al país otra vez nuestro “limpio blasón” ¡Recuperemos al Zulia con Juan Pablo Guanipa! ¡Viva la zulianidad!