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El mítico escenario neoyorquino donde miles se reúnen cada víspera de año nuevo lucirá renovado para la cuenta regresiva del 2017. Las obras de refuncionalización de Times Square abarcaron fundamentalmente la peatonalización de área, el ordenamiento de su infraestructura y adaptaciones para mejorar su condición de escenario al aire libre.
La historia se inició en 2009 con una prueba piloto, el proyecto Luz verde para Midtown, que utilizó el cierre temporal al tránsito vehicular de la avenida Broadway entre las calles 42 y 47 para la pavimentación y el cambio de mobiliario urbano. La idea era mejorar seguridad y aliviar las condiciones del tránsito.
El éxito de la experiencia motivó que se pensara en reestructurar definitivamente el área con un triple propósito: mejorar servicios públicos, proporcionar infraestructura para eventos y hacer permanentes las mejoras obtenidas para la zona.
El diseño de plazas peatonales para las 40 millones de personas que transcurren por Times Square cada año recayó en el estudio Snøhetta. El espacio ofrece ahora una superficie de piso homogénea que se extiende desde el frente de un edificio hasta el otro, junto con 10 bancos de granito de hasta 15 metros de largo.
Se trata de bancos especiales. Cada uno está conectado a la red eléctrica a través de un sistema completo de cables de fibra óptica y conductos. De ese modo, son capaces de proveer la energía necesaria para un show unipersonal (una guitarra más un amplificador) y para un concierto de rock a pleno. Cualquiera que quiera “conectarse a un banco” necesitará permisos de la ciudad para hacerlo.
La intervención abarca unos 25 mil metros cuadrados. Los nuevos pavimentos realizados en dos tonos de piedra tienen incrustados pequeños discos de acero niquelado que captan el resplandor de las luces y lo reflejan en la superficie del piso.