Nada ha dañado más al régimen comunista que la corrupción política; a eso se debe la monstruosa desigualdad social y económica
El régimen ya ha cumplido con los cinco estados principales de todo proceso de descomposición: fresco, hinchado, de putrefacción activa, de putrefacción avanzada y seco o de restos. La corrupción in extremis, de los actores integrantes del régimen, en los 17 años en el poder, cumplió cabalmente con sus funciones en grado superlativo con la descomposición ética en todo el ámbito estructural del Estado. El régimen, desde sus figuras más resaltantes, -el comandante eternamente enterrado y el engendro heredero- y todos aquellos que de una u otra forma juegan un rol en el mismo, están "podridos".
Nada ha dañado más al régimen comunista que la corrupción política; a eso se debe la monstruosa desigualdad social y económica, la pobreza y la violencia que nos acogota a los venezolanos. Esa corrupción es integral; los comunistas han despojado a su pueblo de las riquezas que le pertenece, para beneficio solo de unos cuantos. La deshonestidad es total y absoluta, no tiene precedente; se ha implantado como "modus operandi" el robo del erario público.
En el libro recién publicado (lo recomiendo ampliamente) "El gran saqueo" cuyos autores son Carlos Tablante y Marcos Tarre, se expone de manera cruda y con muy buena argumentación, como los comunistas se "robaron" 165 mil millones de dólares; cómo lo hicieron y dónde los tienen depositados; asimismo todo el negociado delictivo que han hecho para adquirir bienes e inmuebles en Norteamérica y Europa. En este Gobierno no había, para sus funcionarios, razones para no robar; esta se convirtió en una filosofía de acción; allí todos metían la mano, hasta la enfermera que cuidaba al difunto se robó dos millones de dólares. El domingo pasado Napoleón Bravo publicó en twiter un estado de cuenta con casi 10 millones de dólares, que pertenecen a Aristóbulo Isturíz.
En el país no hay alimentos, medicinas, artículos de aseo personal, no hay asignaciones de dólares para viajar, ni dólares para los estudiantes y jubilados que están en el exterior; lo que sí hay son cuentas millonarias en bancos de Andorra, de Suiza, de Isla Caimán, de Panamá y en cuanto paraíso fiscal existan por ahí. Un pequeño grupo ha conquistado todos los poderes y mantiene secuestrada a las instituciones públicas para sus propios intereses, lo cual ha llevado al saqueo más grande en la historia del país. El cambio de Gobierno es un pedido nacional; hay que salir del engendro heredero más rápido que inmediatamente.