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Una nueva muerte por paludismo enluta otro hogar en la zona norte del estado Anzoátegui. La epidemia decretada por la Autoridad Única de la Salud, Eduardo Martínez, hace un mes, parece estar causando estragos.
En esta oportunidad la víctima fue identificada como Rubén Antonio Buriel Luces, un vigilante de 57 años de edad, quien fue diagnosticado con malaria hace más de tres meses. Con la de Buriel suman dos muertes por paludismo en lo que va de semana y 19 en el año, en la entidad.
El hombre vivía en la zona industrial Los Montones de Barcelona y carecía del tratamiento antimalárico requerido para atacar el parásito transmitido por el zancudo anofeles. Se supo que recibió el tratamiento de Malariología, a fin de contrarrestar su afección, pero aparentemente no era el indicado.
Al respecto, el secretario organizacional del Colegio de Médicos en la entidad, Humberto Omaña, explicó que los fármacos distribuidos en las últimas tres semanas hacen más resistente al parásito.
“Están entregando Pirimetamina y Trimetoprim sulfamexazol a los pacientes, pero este no es el antimalárico recomendado para matar el parásito, al contrario, lo hace más resistente”.