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Ante la grave crisis que vive el país, evidentemente que la convocatoria del Referendo Revocatorio presidencial antes de finalizar el 2016 es la solución lógica que respeta un derecho constitucional de los venezolanos y para cuya realización hay el tiempo suficiente; lo que no se ha visto hasta ahora, es la voluntad del gobierno y de los poderes sometidos a él, para respetar la Constitución, evitar la confrontación violenta, y contribuir a que sea la voluntad libre del pueblo venezolano la que decida la manera de solucionar la crisis política. La enorme responsabilidad histórica que tienen sobre sus hombros los integrantes del CNE, nos motiva a darles el beneficio de la duda, y esperar que cumplan su deber de facilitar de manera oportuna que el pueblo se exprese con su voto a través del revocatorio.
Si el drama que vive Venezuela fuera capaz de conmover al gobierno y lo motivara a buscar una solución democrática, y si el diálogo no lo utilizara Maduro como una estrategia dilatoria como ha sido hasta ahora, también es posible conseguir fórmulas constitucionales y electorales para ponerle fin a su mandato a través de una Enmienda Constitucional concertada que recorte el período presidencial a 4 años, y establezca otras disposiciones para una transición consensuada que ponga en manos de los ciudadanos la decisión final sobre el cambio político y la manera de afrontar nuestras graves dificultades.
Pero si la cúpula que está gobernando al país se empeña en mantenerse en el poder profundizando la crisis y utilizando como argumento central el uso de la fuerza, el pueblo venezolano debe estar preparado para que a través de movilizaciones populares permanentes, y todas las formas posibles de protestas democráticas, exigirle al Presidente Maduro que por el bien y la paz de Venezuela renuncie a la Presidencia de la República; lo cual, de acuerdo al Artículo 233 de la Constitución vigente, es una forma de ponerle fin al mandato presidencial. Precisamente esa disposición, tiene la virtud de darle salida dentro de la Constitución a una situación de salud que impida el ejercicio del cargo, o a la solución de una crisis política cuya continuación le hace daño al país y puede generar situaciones de anarquía, ingobernabilidad, o violencia.
Ante los partos difíciles, los médicos utilizan fórceps para hacer posible el nacimiento del niño. Para que nazca la nueva Venezuela la renuncia de Maduro sería una solución.