No pasamos desapercibidos ante los cambios experimentados por la sociedad. Trabajamos por preservar los principios ciudadanos que parecen haber desaparecido de raíz. El cambio empieza por la casa
Hoy día, nos encontramos ante una sociedad que ha perdido el sentido del respeto y sobre todas las cosas, los valores.
A menudo vemos cómo ya no hay caballeros que ceden los asientos a los adultos mayores o a las mujeres embarazadas, la falta de educación de los niños y los jóvenes con sus padres o cualquier adulto y sin contar el mismo entorno en el que vivimos: irrespeto a las señales de tránsito y las calles hacinadas de basura.
Nuestro deber como Universidad es garantizar el liderazgo social del mañana, tenemos que empeñarnos en promover una enseñanza fortalecida por la ética y el compromiso social que nos permita vivir en una sociedad más digna, más respetuosa y sobre todo más preocupada por los más frágiles.
Valores y educación son un binomio indisoluble para hacer de la enseñanza un compromiso social destinado a reforzar el progreso social de la humanidad.
La filosofía de valores y normas en LUZ necesariamente hacen compatible los principios institucionales fundamentales como la democracia, la autonomía, la innovación, la excelencia y el liderazgo con valores que deben fomentarse en el individuo como la responsabilidad, la lealtad, la solidaridad, la equidad y el compromiso social.
No pasamos desapercibidos ante los cambios experimentados por la sociedad. Trabajamos por preservar los principios ciudadanos que parecen haber desaparecido de raíz.
El cambio empieza por la casa. Si nosotros no propiciamos el cambio, nunca lo veremos en nuestro entorno.
Hay que tomar conciencia por nuestros niños y jóvenes, por nuestra ciudad y por nuestro país. Recordemos aquella frase de nuestro Libertador Simón Bolívar: Moral y luces son los polos de una república, moral y luces son nuestras primeras necesidades.