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Las respuestas del cerebro ante situaciones de injusticia económica pueden predecir si ciertas personas presentarán síntomas de depresión en el futuro, según un estudio publicado este lunes 2 de octubre por la revista Nature.
La investigación, liderada por el Instituto Nacional de Información y Tecnologías de la Comunicación de Osaka (NIICT) -en Japón-, podría ayudar a identificar con más fiabilidad qué tipo de individuos tienen un riesgo más alto de padecer trastornos anímicos, según sus reacciones ante las injusticias.
Estudios anteriores, recuerdan los autores, han sugerido que la distribución desigual de la riqueza y la injusticia económica conducen a un aumento de la depresión, si bien los científicos desconocían cómo funcionan esos mecanismos.
Para averiguarlo, los expertos del NIICT y de la Universidad Tamagawa de Tokio midieron con técnicas de resonancia magnética la actividad cerebral de individuos sanos mientras participaban en un juego de ordenador en el que su pareja virtual les ofrecía una suma de dinero.
Estas ofertas eran justas o injustas, dependiendo de si receptor y donante acababan con la misma cantidad o si el jugador recibía menos o más de la mitad de la citada suma, respectivamente.
Los investigadores descubrieron que, en respuesta a las ofertas injustas, la actividad en dos áreas del cerebro, el hipocampo y la amígdala, se relacionó con síntomas de depresión en el momento en que se efectuó el experimento.
En el periodo transcurrido entre el momento en que se realizó el estudio y un año después, los expertos también detectaron cambios en la actividad de la amígdala y el hipocampo relacionados con la depresión, tras verse expuestos a ofertas injustas.
Asimismo, fueron capaces de predecir en personas con fuertes “valores prosociales” (contrarias a todas formas de desigualdad) cambios en síntomas de depresión al examinar la respuesta cerebral a todas las ofertas injustas, incluidas aquellas que beneficiaban a todos los participantes.
Esta investigación, efectuada en personas que no presentaban niveles clínicos de depresión, resalta que la manera en que ciertos individuos reacciones ante la desigualdad tiene consecuencia a largo plazo para su salud mental, destacan los autores.
Hasta ahora no era posible efectuar estas predicciones midiendo únicamente “el comportamiento y estatus socioeconómico de los participantes”.
“Estas pruebas sugieren que la sensibilidad hacia la desigualdad económica tiene un efecto crítico sobre los estados anímicos humanos, y la amígdala y el hipocampo desempeñan un papel central en las diferencias individuales sobre los síntomas”, indican en el estudio.