Nicolás
El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), deprimido desde la estrepitosa derrota electoral que sufrió el pasado 6 de diciembre, se ha enfrascado en una batalla interna para dirimir el camino que hay que seguir para recuperar la confianza de un electorado que habló con contundencia y que, a simple vista, castigó sobremanera la gestión del presidente de la tolda roja Nicolás Maduro, quien le achacó la derrota a la “guerra económica” y a supuestos “fraudes” electorales que se gestaron con los votos nulos.
Acostumbrados a ganar elecciones durante toda la era Hugo Chávez, al Gobierno nacional le ha costado asimilar el duro golpe que le propinó la oposición y que desencadenó, según el politólogo John Magdaleno, en una “fractura” interna entre los que quieren implementar una reforma económica, porque comprenden que la precaria situación venezolana fue una de las claves de la derrota, y quienes contemplan una crisis política de mayor envergadura, planteando la instalación de un parlamento paralelo para entorpecer la labor de los 112 diputados de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
Desde el anuncio oficial de los resultados, se multiplican los desencuentros entre la dirigencia del chavismo. Por un lado, está el presidente Maduro con un discurso envalentonado, llamando en cadena nacional a una “rebelión” del pueblo pese a que ese mismo pueblo, que por primera vez en 17 años, votó en contra de la revolución. Por otro lado, hay dirigentes como Elías Jaua, quién, en actitud un poco más autocrítica, pidió a sus compañeros de tolda que escucharan el mensaje del pueblo, que a su entender “fue claro”. “Se nos acabó el tiempo de los diagnósticos. Es hora (de) que nosotros impulsemos las rectificaciones que sabemos hay que hacer (sic)”, escribió el pasado 14 de diciembre en un mensaje en la red social Twitter.
Rechazo
Alfonso Hernández, politólogo, asegura que el PSUV tiene una posición errática y desfigurada de lo que es la alternancia política, por lo que no asimila el resultado electoral. A su juicio, si no se toman los correctivos necesarios y el Ejecutivo no se adelanta a los cambios que la población quiere en materia económica, de seguridad, de corrupción y en el tema de los presos políticos; el peso que recaerá sobre la dirigencia es mucho mayor y se podrían generar las condiciones para un revocatorio.
Pese a que el discurso presidencial se ha centrado en la confrontación y la radicalización, en el seno del partido rojo aceptan que algo falló. Jesús Faría, diputado de la saliente AN, sostuvo en una entrevista con Globovision que después de que el Presidente pidió a los ministros que pusieran sus cargos a la orden, tenían que buscar las personas “adecuadas” para cada cartera, pero “también revisar las líneas de trabajo” para diseñar un plan integral. “Fue una dolorosa derrota para la revolución. Por eso tenemos que rectificar muchas cosas”.
Jorge Giordani, exministro de Chávez, es mucho más contundente en su análisis. “Hay que fundirlo todo, componer todo, refundir la República, el partido, el Gobierno, las Fuerzas Armadas del pueblo, estamos en momentos de refundición de la República. El electorado se abstuvo de votar por rebeldía, fue una rebelión con lo que estaba ocurriendo, dijeron ‘¡basta no nos la calamos más!’, muchos se abstuvieron y la oposición prácticamente no aumentó el número de votos, la debacle fue de este lado”, escribió en un artículo publicado en el portal Aporrea.
Ante una derrota tan contundente, los responsables deben asumir la situación, explica Giordani, en alusión a los cabecillas de la revolución bolivariana, quienes han negado cualquier culpa. “Tiene que surgir una rebelión desde la base, en unión con las Fuerzas Armadas Bolivarianas, que se conforme un gobierno popular y democrático. Lo más seguro, es que los más irresponsables, los que han acumulado riquezas, se vayan del país”.
Ruptura
En el Zulia esa división de la tolda roja es aún más evidente. Apenas días después de la contienda, Fidel Madroñero, excandidato al Parlamento, señaló a Francisco Arias Cárdenas, gobernador del Zulia y vicepresidente para la región occidente del PSUV, como el responsable de la paliza que recibieron.
“Estamos en esa revisión del gabinete, no para decir que lo llenamos de cuadros, que es lo más deseable, cuadros comprometidos; fundamentalmente para llenarlos de ciudadanos que tengan la más importante de las condiciones revolucionarias: El sentido de servicio a los demás, de desprendimiento”, dijo el mandatario regional en respuesta a los señalamientos.
Y en medio de este escenario de conflictos internos del chavismo, surge una interrogante ¿qué tiene que hacer la oposición que obtuvo la mayoría calificada de 112 diputados? John Magdaleno apunta que la Unidad debe recordar y remarcar la legitimidad obtenida por vía de las parlamentarias. También debe movilizar a sus partidos como demostración de la voluntad que se expresó ese día. “Pero lo más importante es que la oposición tiene que actuar con mucha cautela, porque el Gobierno lo que está tratando es provocar los errores de la oposición”.