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Ante el panorama de unas nuevas elecciones este 10 de diciembre, existen algunos actores políticos que plantean no asistir a estos comicios, con la finalidad (teóricamente) de conseguir mejores condiciones para unas futuras elecciones presidenciales. La “realpolitik” indica que los espacios ganados no se deben perder, y que los terrenos que puedan ser conquistados deben ser retomados por quienes trabajan por la democracia.
Abandonar espacios para una supuesta victoria final es una estrategia por lo mínimo ingenua. Los grupos que en su intolerancia, muy similar a la chavista, tildan de traidores a los que promueven participar, pecan o de hipocresía o de incautos, porque las condiciones con las que nos vamos a encontrar en unas elecciones presidenciales van a ser las mismas, o similares a las actuales. Esa es una mayor razón para seguir participando, aprender como derrotar lo que nadie cuestiona es un sistema mafioso, corrupto, ventajista y parcializado; en lugar de el ideal sistema de elecciones libres.
Es participando, como desnudaremos las irregularidades y asimilaremos como sortear todos los obstáculos, que están dispuestos a colocar Tibisay Lucena y compañía. Es momento de confrontar al pueblo con la verdad y no engañarlos con maniqueísmos, la batalla electoral para elegir un nuevo Presidente, donde se jugará el futuro de una nación, será en circunstancias muy duras, pero una participación masiva aunado al conocimiento de los obstáculos a vencer podrá hacer que la voluntad del soberano sea respetada.
Entre tanto, estamos a pocos días de las elecciones municipales y de gobernador en el estado Zulia, y en toda guerra (así ha visto siempre el chavismo la política) el ceder terreno al enemigo puede representar la derrota definitiva a la larga. Cual Primera Guerra Mundial, debemos defender atrincherados cada centímetro de terreno ganado.
Siguiendo la analogía, el Zulia y Maracaibo, siendo el estado y el municipio más poblados del país respectivamente, son la joya de la corona. En ese sentido en estas tierras se llevará a cabo el equivalente a una Batalla de Verdún moderna. Afortunadamente existen hombres valientes, decididos a luchar por su tierra y por el país, que afrontan los retos con gallardía y dispuestos a ganarles en su juego a los cómplices de la tiranía. A los candidatos del hambre y la escasez les gritaremos la consigna del general Robert Nivelle: “No pasarán”.