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Barcelona homenajeó a las 14 víctimas de los atentados con una emotiva misa en la Sagrada Familia.
Unas mil 800 personas participaron en la ceremonia en recuerdo a los afectados por el ataque terrorista.
Barcelona enlutó su verano, mientras la Policía seguía buscando al fugitivo de la célula yihadista que llevó a cabo los ataques tras ser radicalizada por un imán en pocos meses.
En la emotiva ceremonia participaron el rey Felipe y la reina Letizia de España; el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, y el del Ejecutivo catalán, Carles Puigdemont. La misa se hizo bajo un fuerte operativo de seguridad, que incluyó el despliegue de francotiradores.
La misa estuvo a cargo del arzobispo de Barcelona, el cardenal Joan Josep Omella. “Nuestro silencio y nuestra oración, nuestra presencia en este lugar santo, es signo de repulsa del atentado”, dijo Omella en su homilía.