
Niños
El mal olor y un río de aguas negras dan la bienvenida a los habitantes y visitantes de la urbanización El Varillal desde hace más de tres meses. La preocupación inicial es la cercanía de las aguas negras con el colegio Nuestro Samán que educa a 900 niños desde la sala de tres años hasta el bachillerato. Según los vecinos de la zona en varias oportunidades Hidrolago chequeo el colector, el cual sólo achican sin resolver el verdadero problema. Son más de cuatro cuadras de asfalto que el agua ha dañado, situación que además afecta a varias líneas de transporte público que atraviesan a diario el río putrefacto.
Las moscas y un olor penetrante se meten en las casas y departamentos de más de 300 familias que habitan el sector, dicen que están hartos de vivir presos en sus propias casas por miedo a contraer alguna enfermedad. Según los representantes de la institución educativa varios niños presentan dificultades respiratorias y cuadros virales como malestar estomacal y vómito, alertan que se pueda desatar un virus más fuerte en el sector.
Temen lo peor
Alfredo González, vecino de Los Almendros, refirió que cuando llueve la situación empeora. “Cuando caen tres gotas aquí no se sabe cuál es el agua de lluvia, muchas veces la gente que vive en casas se le desbordan las aguas servidas por sus baños, esto se convierte en un caos”. Resaltó que temen el colapso de la calle debido a la gran cantidad de vehículos que transitan a diario por la avenida. “Cuando seda el pavimento y se trague un carro ahí si vienen a resolver”.
La administración del colegio insistió que han canalizado la reparación del colector con el Iclam y con el IMA, pero nadie se ha abocado a resolver “esta bomba de tiempo”.