
Hidrolago
Sin consejo comunal, rodeados de edificios en construcción y con un río de aguas negras que corre sin impedimento. Así viven los vecinos de la calle 73 con avenida 3D del sector La Lago del municipio Maracaibo.
Desde hace tres meses una cloaca desbordada es el dolor de cabeza de las madres de familia y sus hijos, que continuamente se enferman. Carmen Puello, vive a unos metros de la afectación y denunció que el problema inició con la construcción de conjuntos residenciales, a los que no se les ha creado una nueva red de cloacas. Aumentaron los residentes del sector, por ende, la cantidad de descargas hacia el sistema de cloacas.
Aseguró que ante esto el agua solo consigue desahogo en la alcantarilla que está entre la calle 73 y la avenida 3D. Desde el inicio mantuvieron comunicación con Hidrolago, aunque el procedimiento se repite sistemáticamente sin resultados duraderos. Una cuadrilla llega, introduce mangueras para destapar la tubería y se retiran. Una semana después el problema reaparece. “Es frecuente este bote de agua, pero empeoró hace meses. Parece que hay tuberías rotas y nadie hace nada”.
Gripe sin solución
De acuerdo con las descripciones de Jonh Puello, vecino, en el medio de la calle la boca de visita se mantiene abierta y liberando hacia la vialidad el líquido putrefacto y verdoso, sedimentos orgánicos, así como los desechos provenientes de las viviendas como pañales, ropa íntima, artículos desechables y “hasta condones”. El agua servida alcanza dos cuadras y llega hasta el puente que conecta la avenida con la cañada El Ahogado.
El olor a ácido, gas y excremento mantienen en alerta a las madres de la comunidad, ya que sus hijos son propensos a enfermarse. Puello, tiene cuatro niños viviendo en su casa, el hedor alcanza todos los extremos de su residencia y constantemente los pequeños sufren de gripes, infecciones en la garganta y afecciones estomacales.
Ganesa Perdomo, madre de cuatro niños, se quejó del mal olor y cómo los pequeños deben permanecer todo el tiempo encerrados para evitar “en lo posible” contraer infecciones. Los médicos les informaron que mientras el foco de contaminación no sea eliminado los niños recaerán y será “peor” cada vez.
Las familias temen que con la construcción de los tres nuevos edificios, el colector “colapse” y la calle se inunde en dimensiones “incontrolables”.