La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, denunció que su gobierno está enfrentado un “golpe de Estado revestido de proceso legal” democrático para perpetrar el crimen de condenar a un inocente. Dijo tener la conciencia limpia porque no hizo nada ilegal
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, denunció que su gobierno está enfrentado un “golpe de Estado revestido de proceso legal” democrático para perpetrar uno de los más abomínales crímenes que es condenar a un inocente.
“Siempre luché y voy a seguir luchando por la democracia. En el pasado enfrenté la dictadura por convicción y ahora enfrento este golpe de Estado por convicción”, aseveró, en transmisión de Telesur, luego que este domingo la Cámara de Diputados lograra los 342 votos necesarios para que prosiga un proceso de juicio político en su contra.
Acusó que entre los argumentos de la votación no se presentó ninguno que justificara el inicio de un juicio político.
La mandataria dijo tener “la conciencia limpia porque no hizo nada ilegal”.
Rousseff ha sido acusada de incurrir en maniobras contables ilegales para maquillar los resultados del Gobierno en 2014 y 2015, modificar presupuestos mediante decretos y acumular deudas y contratar créditos con la banca pública.