El salsero panameño Rubén Blades expresó su temor este martes a que el mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, use Venezuela para distraer a la opinión pública y cerrar filas alrededor de su “absurda presidencia”
El músico panameño Rubén Blades publicó en su cuenta de Facebook un texto en el que hace referencia a la llamada telefónica que hizo el recién electo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, a su homólogo panameño, Juan Carlos Varela.
Según un comunicado publicado por la Casa Blanca, el pasado domingo Trump y Varela conversaron sobre la importancia de “alentar el respeto a las normas y procesos democráticos en Venezuela".
Ante esta situación, Blades escribió un su publicación sentir temor “de que Trump invente otro cuco (personaje que genera miedo), como causa patriótica para distraer a su país y obligar incluso a sus más acérrimos adversarios y críticos a cerrar filas alrededor de su absurda presidencia”.
El cantante, quien tiene aspiraciones presidenciales para el año 2019, agregó: “Política y emocionalmente, un conflicto internacional crea un apoyo incondicional e instantáneo para un gobierno, incluso uno con problemas internos (…) Me inquieta el que un energúmeno introduzca un barril de pólvora como tema de discusión”.
Sin embargo, aunque el también actor aclara que no está “sugiriendo ni remotamente que Estados Unidos esté considerando invadir a país alguno”, el artista recuerda diversos conflictos internacionales en los que se vio involucrado el país norteamericano, como la invasión a Panamá en 1989.
Agrega en su texto que la llamada de Trump a Varela puede ser interpretada como un intento mediático para distraer la atención nacional e internacional, y mejorar su creciente imagen de antiestadista. Considera que su gesto igualmente beneficia al presidente Varela, quien experimenta, según indican recientes encuestas en su país, un acelerado descenso de popularidad.
Blades, quien posee 14 premios Grammy y ha participado en 35 películas y tres series de televisión, pide al presidente panameño que “no se deje embaucar por las promesas de futuros apoyos políticos a cambio de la participación de Panamá en iniciativas egocéntricas, maquilladas con la falsa consistencia que aparenta la arena movediza. El Gobierno norteamericano no agradece favores hechos, solo favores por hacer”.
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