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Tarek William Saab, fiscal designado por la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), denunció ayer que al llegar a la Fiscalía General de la República encontró una realidad que supera la ficción porque la organización garante de hacer justicia, de impulsar la acción penal, reivindicar los Derechos Humanos, de que haya equidad y de que los culpables sean sancionados - a su juicio - no cumplía con sus objetivos. "Me impactó que a la institución la degradaron de una manera planificada por meses y años".
“Yo creo que el Ministerio Público se convirtió en una especie de cartel para extorsionar y cobrar comisiones, donde incluso había un bufete de abogados que servía de intermediario y hay pruebas de ello, me refiero al de Parra Saluzzo, precisó en entrevista con José Vicente Rangel en Televen.
Recalcó que la anterior gestión que duró nueve años y medio, la exfiscal Luisa Ortega Díaz, tuvo tiempo suficiente para degradar lo que en la Constitución aparece como símbolo de la justicia "y convertir la institución en una especie de compañía privada, desde el más alto nivel al más bajo, se delinquía en nombre de la justicia".
Saab calificó de insólito los constantes enfrentamientos que mantenía la Fiscalía con otros organismos del Estado, como la Defensoría del Pueblo, el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) con los cuerpos policiales y militares y nombres emblemáticos del poder Ejecutivo. "No querían que nadie colaborase del sistema auxiliar de justicia, convirtieron el laboratorio criminalístico en una especie de estado dentro del estado para distorsionar pruebas", aseveró.