Saga de mentirosos

Con los argumentos cínicos, grotescos, llenos de sarcasmo y mentiras que plantean en su discurso estos demagogos falaces, que defienden y mantienen un régimen de traición dejarían alarmado hasta el orate más reacio a algún tratamiento psiquiátrico

Cuando se analiza el discurso de estos demagogos falaces, que defienden y mantienen un régimen de traición –comunista- y terror contra el pueblo; no hay forma de ponderar la indignación que tales discursos generan. Con los argumentos cínicos, grotescos, llenos de sarcasmo y mentiras que plantean, dejarían alarmado hasta el orate más reacio a algún tratamiento psiquiátrico. Por supuesto la inteligencia de equino de tales presuntos amantes del “pueblo”, pretende que los intelectuales atiendan tales oratorias, y seguros de su ignorancia atrevida, creerán que califiquen como aceptados. Están errados, pero poco les importa, total, son los dioses de la díscola y dionisíaca irreverencia.

Fidel Castro, en dos discursos maratónicos en 1959, ante un pueblo signado por el caudillismo gubernamental y abobado por la verborrea retórica del barbudo de Holguín, emitió el siguiente guiso embustero:

“Yo no soy el Gobierno. Todo el mundo sabe que yo he tratado de inmiscuirme lo menos posible en los problemas del Gobierno; todo el mundo sabe del desinterés con que he luchado en esta revolución; todo el mundo sabe que yo no he estado aspirando a cargos de ninguna clase; todo el mundo debe de saber, además, que los cargos no me importan absolutamente nada, porque un cargo para mí es un sacrificio; jamás un negocio, jamás una vanidad. 

“Si todo el mundo ha observado aquí la conducta de los líderes políticos, debe haber comprendido que mi preocupación es más bien alejarme que inmiscuirme en el poder… lo que he tratado por convicción y por principio es de alejarme siempre. Me duele cuando en la prensa extranjera se dice… el régimen de Castro, porque yo no soy ni hombre fuerte, ni dictador, ni soy un mandón, ni estoy dando órdenes aquí. Y me duele también cuando se me responsabiliza y se me quiere echar la culpa de todos y cada uno de los errores de los demás”.

“Yo no soy socialista por tres razones … porque el comunismo es la dictadura de una sola clase y yo he luchado toda mi vida contra las dictaduras, y no voy a caer en una dictadura del proletariado,  porque el comunismo significa odio y lucha de clases y yo estoy en contra completamente de esa filosofía (…); porque el comunismo lucha contra Dios y la iglesia”. El pueblo aterrorizado de Cuba estuvo bajo su tiranía más de 47 años. ¡Ese es el sesgo del Gobierno de Venezuela!.

 

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