Este Gobierno destruyó inmisericordemente el aparato productivo de la nación para privilegiar las importaciones como gran negocio para unos pocos, y también hay que recordar que miles de millones de dólares del erario nacional fueron regalados dispendiosamente a naciones “amigas”
Los venezolanos tenemos hoy un desafío titánico, y es el de unir esfuerzos para salvar el país que nos vio nacer de las garras del socialismo del siglo XXI. El caos y la improvisación amenazan con la destrucción total de la nación. Reina la anarquía y da la impresión de que el actual Gobierno, no sabe qué hacer para garantizar progreso a los venezolanos, quienes hemos sido testigos, de las reiteradas demostraciones de abuso y quebrantamiento del orden constitucional, decisiones que se acomodan de acuerdo a los intereses políticos oficialistas.
Observamos cómo increíblemente, un gobierno que hace 20 años enarboló las banderas de la igualdad social y el humanismo, de la lucha de clases y toda esa retórica socialista utilizada con fines políticos, para manipular a todo un pueblo con nefastos resultados para la inmensa mayoría de los venezolanos, siga viviendo en condiciones de pobreza, comiendo de la basura y padeciendo en los hospitales públicos que se han convertido en antesalas de las morgues, porque no existen ni recursos ni maneras de atender a los pacientes ante ninguna dolencia.
Podemos concluir afirmando, que este Gobierno destruyó inmisericordemente el aparato productivo de la nación para privilegiar las importaciones como gran negocio para unos pocos, y también hay que recordar que miles de millones de dólares del erario nacional fueron regalados dispendiosamente a naciones “amigas”, haciendo lobbies políticos y financiando campañas para exportar el socialismo, sin olvidar los escandalosos hechos de corrupción, dónde están involucrado importantes jerarcas del gobierno socialista.
Lamentablemente vamos hacia el desastre total, y una manera irresponsable de seguir corriendo la arruga es desviando la atención de los verdaderos problemas que nos aquejan, convocando de manera inconstitucional un adelanto de elecciones presidenciales, sin garantías ni transparencia en los resultados, pero con un fin muy claro: atornillarse en el poder.
La idea es lograr la reelección presidencial a través de un simulacro electoral y como si fuera una elección de reina de feria, se anuncia nueva fecha de elecciones para arrasar con la trampa de lo que queda de democracia, la cual fue anunciada para la segunda quincena del mes de mayo. Pero no se dice nada de las garantías electorales que el día D son violadas completamente en cada centro de votación por el actual CNE y con la cooperación del Plan República.