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Los locatarios del Sambil aún no saben si podrán subir sus santamarías. A pesar de que la gerencia del centro comercial les informó que hoy iniciarían operaciones, todavía evalúan cómo podría ser el funcionamiento del recinto con solo 900 kilovoltioamperios (KVA), a pesar de que para ejercer sus actividades correctamente, necesitan cuatro megavoltioamperios (MVA).
“Los efectos son dramáticos”, asegura un inquilino de la infraestructura que prefirió no identificarse. La semana pasada solo laboraron tres horas al día que se redujeron hasta que cerraron completamente las puertas del mall. Corpoelec sancionó al complejo luego de que su consumo excediera los 3 MVA.
La propuesta presentada por la directiva del Sambil ante la estatal eléctrica y la Zona de Defensa Integral del estado solicitaba 1,1 MVA adicionales a los 900 KVA que ya les garantizaban. Junto con el megavoltioamperio que genera su planta eléctrica de emergencia, aseguraban que podrían operar con restricciones en la climatización.
Pero, el ministerio de Energía Eléctrica reiteró su orden de no exceder la cantidad de energía que establecían. Anteriormente, el mall cumplía con un ahorro eléctrico de 64 por ciento y trabajaba únicamente en un horario desde las 12.00 del mediodía hasta las 7.00 de la noche para contribuir con la emergencia que el Estado atribuye a los bajos niveles del embalse de Guri.